El estudio lo ha llevado a cabo la empresa de alquiler de vehículos Goldcar, y destaca que, tras la distancia de seguridad y los intermitentes, los hábitos de los españoles que más molestan a los encuestados son los adelantamientos indebidos, la excesiva tendencia a la ocupación del carril izquierdo y el uso abusivo del claxon.
Los españoles debemos trabajar ‘para alcanzar el objetivo marcado por la UE de reducir a la mitad el número de víctimas en la carretera de aquí a 2020’, ha apuntado el director general de Goldcar, antes de añadir que ‘Desde Goldcar, mantenemos un fuerte compromiso con la prevención en materia de seguridad vial. Iniciativas como esta encuesta, en la que hemos consultado a ciudadanos de diferentes países europeos con menores índices de siniestralidad vial que España, nos ayudan a detectar los errores más comunes’.
El carácter de los españoles al volante
El 43 por ciento de los encuestados cree que los españoles tienen poca paciencia al volante. Pero ello sin perjuicio de que sean colaboradores y atentos cuando se trata de ayudar a otras personas en carretera, según el 44 por ciento de los participantes en la encuesta.
El 36 por ciento considera que los españoles circulan con precaución en todo tipo de vías; el 33 por ciento cree que solo ponen cuidado en autopistas y carreteras de doble vía. Por el contrario, un 30 por ciento opina que donde más cuidado ponen es en ciudad.
A este respecto, el estudio concluye que los españoles, en general, están bien valorados: el 42 por ciento cree que en España se conduce ‘bien’, y más de un tercio eleva su opinión hasta el ‘excelente’. Casi todos los encuestados (92 por ciento) han hecho referencia al buen estado de la red viaria española.
Los límites de velocidad, lo que más sorprende
Las restricciones de tráfico que más han sorprendido a los encuestados son los límites de velocidad (70 por ciento) y las regulaciones sobre la circulación en vías restringidas (18 por ciento).
Con respecto a las dificultades que se han encontrado circulando por España, el 32 por ciento destaca la señalización, que consideran ‘escasa’, ‘confusa’ y ‘muy diferente a la de sus países de origen’; la escasez de plazas de aparcamiento (32 por ciento) y las condiciones de las carreteras y la ordenación de los cruces.
Además, el 8 por ciento opina que la presión para controlar las infracciones y el número de radares es excesivo en comparación con sus países de origen.