La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, ha defendido el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT) que presentó el lunes junto a José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno. Según Álvarez, el proyecto pretende “hacer país y unir el país". Al mismo tiempo, busca “cambiar la cultura del transporte", propiciando el uso del ferrocarril. A este medio se dedican la mitad de las inversiones previstas.Son muchas las faltas que se imputan al PEIT, entre las que se encuentra la falta de consenso. La responsable de Fomento ha explicado que “todas las comunidades autónomas" han sido escuchadas en la planificación del proyecto y que “todas han recibido el mismo trato". Asimismo, ha señalado que la mayor parte de las alegaciones aceptadas venían de las organizaciones ecologistas. También se han incorporado ciertas aportaciones autonómicas, excepto las propuestas de asumir infraestructuras regionales. “Cada uno tiene su responsabilidad y no se puede confundir a los ciudadanos", ha explicado Álvarez.Castilla y León, según el PSOE, es una de las regiones más favorecidas por el plan, pues recibirá 44.000 millones de euros (casi el 18 por ciento del presupuesto) y se convertirá en el “gran eje de comunicaciones entre el noroeste de España, Portugal y Francia".Sin embargo, el portavoz del PP en el Senado, Pío García-Escudero, ha señalado las desigualdades territoriales que se contemplan en el PEIT. Según apunta, el proyecto condena a “regiones enteras", como Extremadura, “a no avanzar". Asimismo, ha indicado que el texto presentado por el Gobierno es “un plan Cascos, pero devaluado en todos sus aspectos".Entre las actuaciones que se llevarán a cabo en Madrid se encuentra un entramado de carreteras que conectará entre sí los ejes radiales (de la A-1 a la A-6) y canalizará el tráfico de estas autovías, según explica el diario “El País".
Además, la ministra de Fomento se ha comprometido a realizar los estudios correspondientes para soterrar la carretera de La Coruña a su paso por Collado Villalba. También impulsará la construcción de más carriles Bus-VAO (para autobuses o vehículos con un mínimo de dos ocupantes) en las autovías de Burgos, Barcelona, Valencia, Andalucía, Extremadura, La Coruña y Toledo. Álvarez no se ha pronunciado sobre la realización de una nueva radial de peaje que discurra paralela a la A-1, por lo que la presidenta regional, Esperanza Aguirre, ha anunciado que, en 15 días, la Comunidad podría acometer las obras de esta nueva carretera.
Otro de los caballos de batalla sobre el Plan de Infraestructuras es el capítulo financiero. Según la ministra de Fomento, este apartado está “perfectamente definido y no tiene el más mínimo agujero". La subvención es “absolutamente concreta" y está asegurada tanto en los presupuestos generales como en la autofinanciación generada por la prestación de servicios públicos.La oposición ha centrado sus críticas en esta sección y Álvarez ha recordado que los Presupuestos Generales del Estado subvencionarán, hasta el año 2015, el 60 por ciento de los 248.892 millones de euros que costará el PEIT. “Iremos aprovechando los márgenes presupuestarios de los próximos ejercicios para crear un fondo que nos permita llevar a cabo toda la inversión", ha explicado la responsable de Fomento. Además, el sector privado aportará un 20 por ciento, gracias a la oferta hecha por la iniciativa particular a través de la CEOE. El 20 por ciento restante, que será capital público, procederá de la autofinanciación. Ésta llegará a través de las tasas y precios establecidos por la prestación de servicios, una fórmula empleada por AENA y por Puertos del Estado. Álvarez también ha querido señalar que el progresivo desarrollo de las infraestructuras “aumentará la capacidad productiva" de España. Asimismo, hará que se generen mayores ingresos y propiciará una mayor competitividad, de tal forma que tendrá un impacto “de una décima anual en el producto Interior Bruto (PIB)".El proyecto desglosado en el PEIT estará gestionado por una Sociedad Estatal de Infraestructuras y de Transportes, que tendrá una dotación de 500 millones de euros en 2005.
El plan también propone la creación de una entidad especializada en la formación del transporte por carretera. En principio, debería ser privada y promovida por el sector, pero Fomento ha admitido la posibilidad de fundar una pública, si la iniciativa particular no se pone en marcha. Mientras que Josep Andreu y Salvador de la Encina (portavoces de ERC y PSOE, respectivamente, en la Comisión de Fomento y Vivienda del Congreso) defienden que el PEIT supondrá una mejora en la vertebración de España, Andrés José Ayala (PP) y Pere Macías (portavoz de CiU en el Senado) han mostrado su incredulidad ante la financiación del plan.Según Andreu, el proyecto no es un “peaje" del Gobierno para los partidos que lo apoyan en el Congreso. Asimismo, ha asegurado que el Plan de Infraestructuras no supone “un privilegio" para Cataluña, si bien ha reconocido su “inconcreción".El portavoz de ERC y el del PSOE estuvieron de acuerdo en el consenso que ha promovido la Administración para que el documento obtuviera la conformidad, algo que ha sido negado por el diputado del PP. Ayala opina que el PEIT no es un plan y que “supondrá deberes para cuatro gobiernos".Se trata de la misma crítica lanzada por el vicepresidente primero en funciones de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, quien ha asegurado que el texto “no dice qué va a hacer el Ejecutivo durante esta legislatura". En su opinión, el PEIT “es un mapa de las infraestructuras que quedan por hacer", ya que no se determinan los plazos, ni las inversiones que conllevará cada actuación.Por su parte, Macías (CiU), se ha preguntado cómo van a financiarse las obras recogidas en el documento que hoy debe aprobar el Consejo de Ministros. Así, ha propuesto que la agencia que se creará para gestionar este plan cuente con capacidad económica “desde el primer día". Para ello, ha planteado el empleo, en un principio, de un porcentaje del impuesto sobre los carburantes.Andreu cree que el Plan de Infraestructuras supone un avance, ya que supera el concepto radial desde el punto cero, en Madrid, y se pasa a un mapa “mallado". Además, deberá solucionar la asimetría que existe entre las comunidades autónomas: en unas, todo son autopistas, mientras que otras cuentan únicamente con autovías.