En la primera sesión de entrenos libres, Shumacher y Barrichello coparon las dos primeras plazas de la hoja de tiempos. Tras ellos, se clasificaron un sorprendente Fisichella, de Jordan, y Ralf Schumacher. En la segunda manga, los dos puestos de cabeza permanecieron inalterables, pero tanto Schumacher como Barrichello lograron tiempos de impresión: fueron los únicos hombres en bajar de 1:28. Concretamente, Michael marcó un crono de 1:27.276, un segundo y medio más rápido que su hermano, que fue tercero. El cuarto en esta ocasión fue Montoya, seguido de un buen Heidfeld (Sauber) y de Mika Salo, que ha logrado meter al Toyota por primera vez en un tiempo de puntos.
Sorprende el bajo rendimiento de los McLaren en esta primera toma de contacto. El mejor tiempo correspondió a Raikkonen, séptimo en la segunda ronda. En la primera, tanto él como Coulthard acabaron muy atrás.
Pedro de la Rosa, único español en tomar la salida, logró una meritoria sexta plaza en la primera manga, que se transformó en un decimocuarto lugar cuando acabó la segunda.
La lluvia, protagonista
Las diferencias de tiempos que marcaban algunos pilotos entre una ronda y otra se debían, sobre todo, a la lluvia que apareció en la segunda prueba.
Varios pilotos sufrieron salidas de pista y problemas mecánicos: Barrichello, Bernoldi, Montoya, Yoong, Fisichella...
Sin embargo, nada pudo impedir que los Ferrari de 2002 se mostraran tan competitivos como al final de la temporada pasada. Pese a no haber evolucionado tanto como sus rivales, el coche parece no necesitarlo.
Albert Park, un trazado complejo
Con este primer encuentro del año comienza una
El alemán, sin embargo, tendrá este año más problemas para ganar. Además de los McLaren, los Williams son ya aspirantes al podio desde el primer día y, por si fuera poco, su compañero de equipo, Barrichello, asegura que no está dispuesto a facilitar las victorias de Schumacher.
Listos para empezar, todos los integrantes de este negocio-espectáculo-deporte están en Melbourne para la primera carrera del año.
El circuito de Albert Park, muy selectivo, destaca por su falta de adherencia, un problema que se minimiza a medida que llega la carrera, lo que obliga a los responsables de neumáticos a un esfuerzo continuo por calibrar las necesidades de cada momento.
La lluvia, como ya ha pasado en los entrenamientos libres, puede aparecer. Bridgestone se muestra como la marca de gomas más capaz sobre asfalto mojado, pero Michelin ha evolucionado mucho y los coches que lleven sus ruedas son más temibles que nunca.
Los 5.303 metros que mide Albert Park sólo conocen un equipo ganador: Ferrari. Desde 1999, cuando se empezó a corre en él, los coches rojos se han llevado siempre el gato al agua. Este año, pese al retraso técnico que sufren, parece que están decididos a hacerlo otra vez.
Claro que hay muchos hombres dispuestos a impedirlo. Uno de los más arrojados es Montoya, el colombiano de Williams. Confía en ganar esta primera prueba del año gracias al mejor desarrollo de su coche, que cuenta con el motor más potente del Mundial.
Cree Montoya que la decisión de Ferrari de no empezar con el coche de 2002 es una buena noticia para sus aspiraciones. El año pasado, el colombiano ganó en Monza y estuvo a punto de llevarse otras dos carreras, con lo que se presenta en el primer semáforo verde con la vitola de favorito y mayor apoyo por parte de su equipo. Lástima que su enfrentamiento con Ralf Schumacher, su compañero, pueda minar el buen trabajo de Williams.
De la Rosa, motivado
Este año, como es sabido, sólo Pedro De la Rosa tiene volante oficial. Pilota un Jaguar junto a Eddy Irvine y cuenta con el respaldo incondicional de Nikki Lauda, patrón de la escudería. Sin embargo, el coche no ha evolucionado bien y llega a la carrera con muchas deficiencias técnicas.
De la Rosa asegura que llega con muchas ganas de triunfar y dispuesto, al menos, a terminar la primera carrera. "Hemos solucionado casi todos los problemas del coche", explica el catalán. Sin embargo, De la rosa no las tiene todas consigo y sabe que para los equipos pequeños es muy difícil recortar las distancias con respecto a los de cabeza.
Con la incógnita de si habrá o no retransmisiones por televisión de las carreras para España, empieza un