En el panorama cambiante de las empresas y negocios de hoy en día, las compañías están diversificando y adaptando sus flotas de automóviles para afrontar la irrupción de las nuevas tecnologías y legislaciones relacionadas con el medio ambiente. Esta transformación, que no parece tener fin, está fomentada por la necesidad de disminuir la huella de carbono, optimizar la efectividad de las operaciones y acatar las regulaciones, que son más estrictas que en el pasado. En este proceso de cambio destaca el aumento del renting segunda mano, sobre todo en lo que concierne a flotas corporativas.
Reflejan un significativo incremento en el número empresas que tienen flotas con más de 1.000 automóviles. Esta tendencia está impulsada, sobre todo, por la llegada de automóviles comerciales ligeros. Con ello, las compañías también responden a las demandas de movilidad y sostenibilidad. En nuestro país hay una mayor rotación de las flotas tanto de turismos como de coches comerciales, que tienen una vida útil promedio de casi cinco años, aunque menor si la comparamos con la media europea, que es de cinco años y medio.
La elevada rotación de coches en las flotas españolas señala una táctica definida para contar con flotas actualizadas y más eficaces. Esta perspectiva hace posible que las compañías aprovechen las últimas tecnologías disponibles y cumplan de forma adecuada con las nuevas leyes relacionadas con emisiones.
Nuevas tecnologías en los vehículos
La adopción de las últimas tecnologías es otra tendencia muy a tener en cuenta en el sector de automoción. Tres de cada cuatro compañías ya han incorporado nuevas tecnologías en sus flotas de turismos, con la predominancia de vehículos híbridos, que contribuyen a la sostenibilidad y a una mayor eficiencia energética. Estas compañías están a la vanguardia del cambio y han decidido apostar por un futuro mucho más verde.
Uno de los principales puntos positivos de los coches híbridos es su capacidad para disminuir el consumo de combustible y las emisiones de CO2. Gracias a la combinación de motores de combustión interna y eléctricos, los híbridos pueden operar en modo eléctrico en situaciones de poca velocidad o tráfico urbano, lo que reduce de forma notable el consumo de gasolina y, por tanto, las emisiones que contaminan. Dicha característica es más beneficiosa para las compañías que intentan acatar las leyes de medio ambiente sin renunciar a la operatividad de sus flotas.
Junto a los puntos ambientales a favor, los vehículos híbridos que pueden encontrarse en el renting de segunda mano también tienen beneficios económicos a medios y largo plazo. Aunque el coste inicial de estos coches puede ser más elevado si lo comparamos con los autos tradicionales, el ahorro en combustible y los incentivos fiscales que existen en numerosos países pueden compensar esta diferencia. Y la reducción en el desgaste del motor de combustión, debido a la asistencia del motor eléctrico, deriva en reducidos costes de mantenimiento y una vida útil más larga del coche. Además, las tecnologías de asistencia al volante y la conectividad avanzada están facilitando mayor seguridad y una productividad acentuada en los vehículos.
Barreras para la modernización de las flotas de vehículos
Sin embargo, las compañías tienen ante sí diversos retos en la electrificación de sus flotas. La falta de infraestructura de recarga es una de las barreras más importantes, junto a las inquietudes sobre la autonomía y fiabilidad de los coches eléctricos. Las compañías quieren garantías de que estos coches pueden cumplir de forma sobrada con las demandas operativas cotidianas sin que ello comprometa su rendimiento. Estos obstáculos necesitan soluciones originales y colaborativas para conseguir una transición más ágil hacia la movilidad eléctrica.
La adaptación a políticas normativas más restrictivas que en épocas anteriores representa otro reto para las compañías. La Ley de Movilidad Sostenible obligará a las empresas a aplicar planes de movilidad para sus empleados. Esta normativa pone de relieve la relevancia de las energías alternativas y lo imperativo que es trabajar para poner en marcha infraestructuras apropiadas para la utilización eficiente de coches eléctricos e híbridos. Las empresas tienen que adaptarse a estas normativas mediante la aplicación de planes de movilidad que fomenten la utilización de coches eléctricos, híbridos y otras opciones sostenibles.
En suma, el renting de vehículos de segunda mano es una tendencia creciente en el negocio de las flotas corporativas. Está motivado tanto por causas económicas como ambientales y tecnológicas. La adaptación a nuevas legislaciones, que no paran de cambiar y la necesidad de implementar planes de movilidad sostenible son factores diferenciadores fundamentales para las compañías. Cuanto más exploren las compañías estrategias novedosas para mejorar sus flotas, más tecnologías limpias tendremos. Y este cambio en las flotas de vehículos corporativas no solo es una respuesta a las demandas de hoy en día sino también una apuesta estratégica hacia un futuro más verde y eficiente.