“De América del Sur a Asia, pasando por Europa del Este y África, deberá responder a unas condiciones de utilización tan variadas como exigentes". Renault ha creado el primer automóvil global, un coche asequible para cualquier economía. Es el Logan, un vehículo que se conoce más por su precio que por su nombre: es el automóvil de los 5.000 euros, un modelo que espera venderse en países tradicionalmente olvidados por las grandes multinacionales de la automoción. Diseñado para arrancar en las zonas más gélidas de Rusia, fabricado para aguantar los calores extremos del Golfo Pérsico o para rodar por las carreteras peores asfaltadas de Marruecos... y respetando la normativa Europea. El Logan no conocerá fronteras, según sus creadores (unos ingenieros que no dudaron en irse a vivir a todos los países donde se venderá el modelo para conocer las necesidades de la población). Para conseguir un precio tan ajustado, Renault ha tenido que recurrir a toda su experiencia mecánica. De hecho, esta berlina es un compendio de distintos modelos de la firma. Se ha desarrollado sobre la plataforma B, la que el grupo Nissan-Renault ha utilizado para los nuevos Micra y Modus. Sin embargo, es un modelo mucho más grande: mide 4.250 mm de largo, 1.735 de ancho y 1.525 de largo. Renault asegura que su maletero tiene una capacidad de 510 litros y que en las plazas traseras pueden ir tres adultos que midan 1,90 metros. El espacio interior es uno de sus fuertes. Argumentan que han comprobado que el espacio de los pies para las plazas traseras es suficiente para que viaje cómodamente alguien con botas para la nieve, pongamos por ejemplo un ruso. También se ha tenido en cuenta que el Logan tendrá que circular por las carreteras peor asfaltadas e incluso por pistas. Así, su distancia al suelo es de 155 mm (unos 20 mm más que la media de los modelos que ruedan por las vías de la Europa Occidental). Las suspensiones, por tanto, han recibido un exhaustivo examen: en el eje delantero monta un tren de tipo McPherson, con brazo triangular derivado del Renault Clio. Por su parte, el tren trasero está formado por un eje en H con un perfil de deformación programado, asociado a unos muelles helicoidales y amortiguadores verticales. Los motores también son viejos conocidos dentro de Renault. Se podrá elegir entre dos motorizaciones de gasolina –1.4 de 75 CV y 1.6 de 90 CV- y un 1.6 de 107 CV que funciona con gas natural (este último sólo para el mercado iraní). Se unirán a una caja de cambios mecánica de 5 marchas que ya se ha utilizado para el Laguna o el Mégane.
Según aseguran, se han elegido estas mecánicas por su amplio margen de utilización, por su fuerza en marchas cortas (ideal cuando se realizan labores de carga), por su resistencia y porque son capaces de funcionar con gasolinas de calidades muy diversas. En esta ocasión, el precio no se ha adaptado al modelo, sino que éste se ha fabricado, diseñado y probado con el objetivo de que pudiera venderse a los citados 5.000 euros. Para su realización, se han elegido aceros capaces de encontrarse casi en cualquier parte del planeta. Su diseño sin aristas permite un montaje más fácil, incluso manual. Su estructura no está formada por pequeñas piezas, sino por grandes bloques de fácil ensamblaje. Se fabricará lo más cerca posible de los mercados donde espera venderse: su producción arrancará en Rumanía (país en el que se venderá a partir de septiembre) y se llevará a Rusia, Marruecos, Irán y Colombia. Incluso estudian montarlo en China. Así, han logrado reducir los costes de su producción. Pero el Logan no sólo es un coche barato: esperan que sea un vehículo muy duradero. Aseguran que sus clientes podrán recorrer 20.000 kilómetros cada año y podrán conservarlo durante más de 5 años (en algunos mercados estiman que su esperanza de vida sea incluso de 8 años). Según afirman, han estudiado los costes de mantenimiento cuidadosamente: en algunos mercados, el cambio de aceite, la sustitución de las bujías y del filtro de aire se efectuarán cada 30.000 kilómetros. El Logan se ha creado para un público de entre 35 y 49 años que nunca hayan tenido un coche o que, como mucho, sea su segundo vehículo. La Europa del Este, los antiguos países de la Unión Soviética, Turquía, el Magreb, Hispanoamérica... su cartera de clientes será de lo más extensa.
![]() Realizó cientos de estudios con ordenador. Así, se aseguró que su Logan sería muy resistente antes de ponerlo en carretera. Cuando tuvo las primeras unidades de prueba, no dudó en someterlo a temperaturas extremas en los bancos climáticos que posee en Francia. Después, se llevó el coche para que rodara por las más diversas partes del mundo, desde el Círculo Polar hasta países muy cálidos. |