El presidente de la filial española de Renault, Juan Antonio Fernández de Sevilla, ha comentado que los números rojos obtenidos por la compañía son un hecho coyuntural y que las previsiones para este ejercicio apuntan hacia un equilibrio en los resultados.
Además, Fernández de Sevilla opina que, en 2003, la marca del rombo volverá a conseguir beneficios, ya que las perspectivas de producción de las plantas de Renault en España (cuyo objetivo a medio plazo es llegar a las 1.390.000 unidades en la fábrica de motores de Valladolid) y la buena situación de la factoría de cajas de cambio de Sevilla "pueden llevar a pensar con optimismo", según el presidente de la firma en nuestro país.
En cuanto a la producción automovilística, el máximo responsable de la filial española del fabricante galo aseguró que ya existe un ciclo productivo asegurado de 7 u 8 años para la planta de Palencia, que comenzará la manufactura del nuevo Mégane a finales de este año. Además, en las instalaciones de Valladolid se elaborará el futuro modelo que, a largo plazo, sustituirá al actual Clio.
Fernández de Sevilla argumentó que en el ejercicio recién concluido se había registrado una pérdida global del 11 por ciento en la actividad fabril de Renault España, debido a la caída de la manufactura de motores en Valladolid y al descenso en la fabricación del modelo Mégane en Palencia, ya que este vehículo se encuentra en su fase final de comercialización.
Así, la producción del Mégane alcanzó las 218.000 unidades, frente a 256.000 en 2000, con un índice de exportación del 78 por ciento, mientras que en la planta de Valladolid se fabricaron 588.000 propulsores (707.000 en el ejercicio precedente).
En total, Renault España facturó el año pasado un 2,6 por ciento menos, con una cifra de negocio de 7.073 millones de euros (1,176 billones de pesetas) frente a los 7.265 millones de euros (1,208 billones de pesetas) de 2000.
Fernández de Sevilla afirmó que, para él, representa un "reto personal" conseguir que Renault España "sea la unidad global más competitiva de la alianza Renault-Nissan en los próximos ejercicios".
El presidente de Renault España apuesta por una organización cuyo núcleo sea Anfac
Por otra parte, Juan Antonio Fernández de Sevilla ha defendido la existencia de una sola organización representativa del sector automovilístico en España, cuyo núcleo sea la asociación de fabricantes Anfac.
El protagonismo de esta entidad en el hipotético consorcio (que reuniría a constructores, importadores, concesionarios y talleres, entre otros) tiene su origen, según el presidente de Renault España, en el peso de los fabricantes en la actividad económica del sector.
En opinión de Fernández de Sevilla, el punto débil de la industria automovilística española es su ubicación geográfica y su carácter de país periférico en Europa, una desventaja que se acentúa dadas las características exportadoras de este sector (ocho de cada diez coches producidos en España se venden en el exterior).