Presentada la primera rueda que no es redonda

La posibilidad de equipar un mecanismo de rodadura que permita a las ruedas adaptarse a la superficie por la que transitan ya es una realidad. Las primeras ruedas multiformes se acaban de patentar

Su inventor es Fredy Paciello, un científico italo-uruguayo que ha trabajado 20 años en España. Paciello inscribió la semana pasada un nuevo producto en la Organización Mundial de la Propiedad. Se trata de las ruedas deformables. El científico asegura que su invento revolucionará el transporte del futuro, puesto que las nuevas ruedas se adaptan al medio por el que transitan y al peso que transporta el vehículo. Más gráficamente, las ruedas de Paciello cambian su forma según sean las condiciones de circulación. Tanto llegan a deformarse que pueden rodar apoyando en el suelo una tercera parte de su superficie de rodudadura, algo impensable en los neumáticos convencionales.
Estas ruedas poliformes constan de cuatro partes básicas: soporte central del eje, elemento intermedio deformable, medios de conexión y "rigidización" y un neumático exterior de protección. La primera parte, el soporte del eje, no es más que el equivalente a la llanta tradicional de las ruedas, un lugar donde acoplar el eje de transmisión de potencia. Lo más importante es el siguiente integrante, el deformable. Puede ser una masa maciza, o bien elementos metálicos rígidos y curvos que se extienden entre el soporte del eje y el neumático exterior. Los sistemas de conexión y "rigidización" pueden consistir en una banda de acero a modo de oruga. En palabras del creador, la nueva rueda multideformable mantiene siempre su perímetro y es un sistema de suspensión en sí misma. Paciello cree que los vehículos que la equipen ganarán en estabilidad y comodidad sin perder velocidad. Durante la presentación, el investigador aseguró que su invento revolucionará el concepto del automóvil, puesto que ningún modelo actual está capacitado para hacer uso de todas las ventajas de estas ruedas. El inventor explicó cómo un coche que viaja a 160 kilómetros por hora necesita un mínimo de 60 metros para detenerse, mientras que, si montase sus ruedas, sólo necesitaría cuatro. Esta aplicación sería muy útil en aviación, donde las distancias de frenado son tan largas.
El científico italo-argentino asegura que ya mantiene conversaciones con una conocida escudería de Fórmula 1 para desarrollar la idea. Además, ha señalado que se ha probado con éxito en una motocicleta prototipo.