El Real Automóvil Club España (RACE) acaba de publicar un estudio acerca de la seguridad de los asientos infantiles en caso de accidentes frontales o laterales. En dicha investigación se analizan los asientos infantiles homologados según la normativa europea vigente ECE R44-03 y que tuvieran cierta representación en los países de la Unión Europea. Con anterioridad, en Gran Bretaña se realizó un estudio sobre de la eficacia de los sistemas de retención para niños en caso de accidente, que dio algunas "pistas" acerca de los desarrollos a seguir en este tema.
Pero no sólo los pequeños se ven desprotegidos en los automóviles de sus padres, también cuando van al colegio en autobús. A finales del mes de abril, el Consejo de Ministros aprobó un real decreto con el fin de aumentar las condiciones de seguridad de los escolares: los niños deben llevar un acompañante, cuando la mitad o más de los viajeros sean menores de 12 años; no se permiten los viajes de tres niños en dos asientos, como antes; la máxima antigüedad permitida de los vehículos pasa a ser de 16 años en lugar de 18 años, etc.
El pasado 7 de diciembre, el Parlamento Europeo aprobó una directiva que modificaba la norma vigente en ese momento (91/671/CEE) acerca del uso obligatorio de cinturones de seguridad. Esta norma presta una especial atención a los viajeros más pequeños, obligándolos a estar sujetos por un sistema de sujeción, sea cual sea su edad: "Los menores de 12 años cuya estatura no alcance los 150 centímetros deben estar sujetos por un sistema de retención homologado adaptado a su talla y peso". El artículo 4 de esta directiva se refiere al uso de sistemas de retención para niños. Según datos de la Unión Europea, los cinturones de seguridad reducen en un 50 por ciento el número de lesiones graves o mortales, pero tienen más eficacia entre los mayores que entre los niños. Si comparamos la eficacia de los cinturones de seguridad y la de los sistemas de retención (para grandes y pequeños, respectivamente), encontramos que dichos mecanismos de retención son un 90 por ciento más eficaces que los cinturones en mayores si están orientados hacia atrás y en un 60 por ciento, si están orientados hacia delante.
1. El uso de dispositivos de retención para niños es extremadamente beneficioso.
2. El diseño del dispositivo es importante. El dispositivo deberá elegirse en función de la talla y el peso del niño.
3. Conviene seguir insistiendo en las ventajas que reportan los sistemas de retención para niños a fin de fomentar su uso y reducir de este modo el número de lesiones sufridas por los niños en los accidentes.
4. Los dispositivos de retención para niños resultan eficaces en caso de accidente. En la mayoría de los casos, los ocupantes del vehículo sufren heridas leves o resultan ilesos.
5. La utilización de dispositivos de retención para niños contribuye a reducir la gravedad de la lesiones más que la mera utilización de los cinturones de seguridad para adultos, especialmente cuanto más pequeño sea el niño, ya que a fisiología de los niños de corta edad es muy distinta a la de los adultos: los niños no son meras copias en miniatura de los adultos.
6. Los niños menores de un año suelen sufrir heridas en la cabeza y en el torso.
Fuente: Unión Europea, diciembre 2000.