Porsche 911, razones para la devoción

En el Salón de Frankfurt de 1963, hace justo 40 años, se presentaba un nuevo modelo deportivo, uno más de los muchos que aquel año competían en el certamen. Poco sabían los esforzados ingenieros de Porsche que, al apartar la lona que cubría su prototipo, estaban inaugurando un tiempo nuevo en la automoción. Nacía la leyenda del 911, la referencia durante 40 años para cualquier deportivo que se precie.

El primer 911 apareció en 1963 con este aspecto.
El primer 911 apareció en 1963 con este aspecto.

Serie 964, 1988-1993
La tercera serie, conocida como 964, empezó, como siempre, por la base. Pero, a estas alturas, ya no podía ser un simple coupé. Ahora la entrada se hizo a lo grande, con el coupé Carrera 4 de tracción total motorizado con un 3,6 litros que rendía 250 CV y tenía tracción integral. Comprar un Porsche 911, por modesto que éste fuera, se convertía ya en un ejercicio de voluntad deportiva.
Esta apertura daría lugar a una gama corta pero maravillosamente bien dotada. Se sucedieron los Carrera 4 Targa y Cabrio, Carrera 2 Coupé, Targa y Cabrio. Así, hasta que en 1990, en el Salón de Ginebra, se presentaba otro 911 Turbo. Sobre el motor 3.3 de 320 CV, el nuevo hijo de la serie se convertía en un deportivo fuera de lo normal: vuela a 270 km/h, hace el 0-100 en 5 segundos y destaca por el enorme spoiler trasero, rasgo distintivo de los turbos.

En 1991 llegaría la versión S, con sólo 86 unidades. Llegaba a los 381 CV y hacía el 0-100 en 4 décimas de segundo menos que el motor anterior. El año 1991 vería otra versión muy interesante, el 911 Carrera RS, pensado para la competición deportiva privada. Por estética y por concepto, es un tributo al RS de 1973, aquel coche con motor 2.7. En esta ocasión se optó por una suspensión más dura todavía y un chasis rebajado. El resultado era incomparable para un motor sin turbo: 260 km/h y 5,3 segundos para los 100 km/h desde parado.En 1993 aparecería otra edición Speedster, biplaza también y con el motor de 250 CV. Destacaba por el carenado de doble joroba que sirve de tapa para el compartimento de la capota.

A lo largo de ese año todavía habría varias actualizaciones y combinaciones más dentro de la gama, entre ellas la llamativa 911 Carrera RS 3.6 América, que se destinó al mercado americano.