Polémica por la liberalización de componentes

El sector del automóvil ya discrepa sobre la intención de la UE de abrir el mercado de las llamadas piezas “visibles" de repuesto. A pesar de que sólo afectaría al 25 por ciento del mercado total de recambios, las automovilísticas advierten de que perjudicará a la calidad de los componentes. Los fabricantes de piezas aseguran que bajarán sus precios.

Los talleres niegan el uso de piezas usadas
Los talleres niegan el uso de piezas usadas

Un día después de que la Comisión Europea haya anunciado su objetivo de liberalizar el mercado de repuestos, prácticamente todas las organizaciones implicadas en la industria han manifestado su opinión al respecto. De momento, Bruselas únicamente pretende abrir el mercado de las llamadas piezas “visibles" (capós, paragolpes, puertas, faros o parabrisas) y la polémica ya es mayúscula. De un lado, los fabricantes de componentes; de otro, las principales automovilísticas.La Asociación Nacional de Comerciantes de Equipos, Recambios, Neumáticos y Accesorios para Automóviles (ANCERA) considera que la propuesta comunitaria es “ampliamente favorable y un motivo de satisfacción para todo el sector". Esta organización añade que aún quedan pendientes los tramites necesarios en el Parlamento Europeo para que las piezas de los vehículos no sean exclusivas de cada marca, pero confía en su aplicación “en el plazo de dos años".Por su parte, los fabricantes independientes de recambios, reunidos en la asociación ECAR, aseguran que la iniciativa de Bruselas se traducirá en un descenso del precio de las piezas, “lo que también llevará a una reducción de la cuantía de los seguros".Según la propia ECAR, la “cláusula de reparación" que la CE quiere también aplicar en la nueva directiva es “convincente desde el punto de vista legal, económico y social, pues ofrece certidumbre legal y libre competencia". Con este apartado, la UE pretende que los fabricantes independientes de piezas de repuesto puedan reproducir y comercializar los componentes visibles, “para reparar o restaurar la apariencia original de un producto". Los principales afectados por esta futura normativa, las propias marcas, ya han expresado su disgusto con la iniciativa. Un portavoz de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles (ANFAC) asegura que la decisión de Bruselas “no se ha tomado con la argumentación y los informes concretos que requiere el asunto" y alerta de que “no permitirá garantizar la calidad de las piezas".La Asociación Europea de Constructores de Automóviles (ACEA) también rechaza la medida. “Si se pone en marcha la directiva, podría tener un serio impacto en la competitividad de la industria europea", subraya en un comunicado.España, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Holanda y Reino Unido son actualmente los únicos “antiguos" miembros de la UE que han liberalizado este mercado. En otras naciones, en cambio, si una persona necesita un recambio exterior para su coche, tan sólo puede obtenerlo del propio fabricante, lo que la UE considera “injustificable y contrario a la competencia". Además, debe pagar entre un 6 y un 10 por ciento más que en el resto de países.