Pila de combustible: la piedra filosofal del siglo XXI

En el aeropuerto de Munich, Alemania, hay una estación de servicio muy especial. De sus surtidores no mana gasolina, sino hidrógeno líquido. Es la primera que se abre en el mundo y abre el camino que va directamente a la automoción del futuro. Los coches del mañana se moverán con hidrógeno, uno de las energías más poderosas y limpias del planeta.

Por su cuenta, DaimlerChrysler (Mercedes) ya ha puesto a rodar un coche que funciona exclusivamente con hidrógeno, el Necar 4. Corre a más de 145 kilómetros por hora y puede recorrer más de 450 kilómetros sin repostar. Las emisiones son nulas. La firma germanoestadounidense reconoce las dificultades que presenta el almacenamiento de este elemento en estado líquido, por eso ya han anunciado que el próximo Necar reformará etanol. Toda una flota de prototipos saldrá del Necar 4 para avanzar en esta dura tarea. Además, la presidencia de DaimlerChrysler anunció en junio pasado que sacarán a la venta el primer vehículo de hidrógeno en no más de dos años. En principio se tratará de autobuses urbanos, el modelo Citaro, que cuesta 216 millones de pesetas. Pero de ahí a tener utilitarios de este tipo sólo queda un paso. Los responsables de la firma creen que los tendrán listos en 2004. No es la única marca que ha anunciado algo así. Honda ya ha dejado claro que su prototipo NFX estará en los concesionarios dentro de cuatro años. Funciona con hidrógeno y se dejó ver por primera vez en el pasado Salón de Detroit, celebrado en enero de este año. General Motors, el coloso de la automoción mundial, no se ha quedado atrás. Ya hace 30 años que puso en marcha su primer prototipo de hidrógeno, pero abandonó el proyecto por su alto coste. Ahora, con la colaboración de Opel, su brazo europeo, ha retomado el camino y han puesto en marcha el Global Alternative Propulsion Center, con sedes en Estados Unidos y Alemania y la colaboración de Exxon. El primer fruto de este trabajo es un Zafira-pila. El proyecto se denomina Hydrogen -por su uso directo de hidrógeno- y en su versión de 1998 utilizaba reformador de metanol, lo que dificulta de momento su posible comercialización. Puede llegar a los 120 km/h y recorre 400 kilómetros sin parar. Los mismos protagonistas lanzaron en enero de este año el Precept, un futurista "concept car" que se alimenta con estos nuevos sistemas de propulsión. En este caso también utiliza hidrógeno licuado. Es un sedán de cinco plazas que se pone a 100 km/h en sólo nueve segundos y ofrece una autonomía de 804 kilómetros. Los responsables de Opel consideran que en 2010 el 10 por ciento de los vehículos que circulen en el mundo utilizará hidrógeno, porcentaje que se elevará al 25 por ciento en el año 2025. Otras marcas, como Toyota, Hyundai, sobre un Santa Fe, y el grupo PSA trabajan a gran velocidad en investigaciones similares. El camino está ya trazado. En los próximos años asistiremos al desfile de modelos que configurará la automoción del mañana. Será más limpia y más sofisticada, pero, como sucede con las modas, sufrirá para asentarse y popularizarse. Esperemos que no comparta con ellas su condición de fugaces y que los nuevos alquimistas no se cansen como sus predecesores medievales.