Nissan, la joya de la corona Renault

El caso de Nissan pasará a ser estudiado en las escuelas de negocios de todo el mundo. Hace poco más de tres años era un gigante arrodillado con el agua al cuello y 20.000 millones de euros en concepto de deuda. Hoy, aliada con Renault y gobernada por Carlos Ghosn, Nissan es una máquina de ganar dinero, la joya más valiosa de la corona del imperio Renault.

Carlos Ghosn ha logrado que este año Nissan gane un 50 por ciento más que en 2001 y que alcance un margen de operación del 10,8 por ciento, muy por encima del 1,4 por ciento que tenía en 1999. La firma ha vendido en 2002 un total de 2.771.000 unidades y quiere llegar a los 3 millones en esta campaña.

Ghosn es el hombre que Renault puso al frente de Nissan en 1999, cuando los franceses se aliaron con los japoneses y se quedaron con el control de la firma nipona. El directivo puso en marcha un plan denominado Renove y, posteriormente, 180. Con él quería revitalizar la compañía a medio plazo. No ha tenido que esperar tanto como preveía. En el segundo año de aplicación volvieron las ganancias y hoy Nissan es clave en el entramado industrial y financiero de Renault. La multinacional japonesa ha insuflado en las venas de la francesa los genes de la flexibilidad y del ahorro. Nissan ha recortado sus gastos tanto que la deuda ha desaparecido. Lo hizo reduciendo a 125.000 los 148.000 empleados de Nissan, dejando el número de fábricas japonesas en sólo cuatro, cuando antes había siete, y optimizando el empleo de las plataformas, para utilizar menos y producir más coches. El éxito ha sorprendido a propios y extraños.

En declaraciones al diario Cinco Días, el ejecutivo considera que todavía se puede mejorar la gestión y que su tarea, más que recortar costes, tiene que ver con un cambio en la estrategia de suministros y colaboración con los proveedores, principal zona de ahorro.

Ghosn cree que Nissan aporta a Renault algo más que dinero fresco para la cuenta de resultados. Aporta racionalización, posibilidad de ahorrar con las economías de escala y la táctica de plataformas y acceso a mercados donde la firma francesa no tiene presencia.

Pensando en el futuro, Ghosn ha puesto sus ojos en Estados Unidos, donde considera que tienen un mercado potencial de un millón de pick-ups para su nueva fábrica del sur del país.

En nuestro país, Nissan vendió durante 2002 un total de 55.600 unidades, lo que supone una cuota de mercado del 3,4 por ciento. El año 2003 ha empezado bien, con 18.300 vehículos vendidos en tres meses, un 2,56 por ciento más que en los tres primeros meses del año pasado. El mes más interesante ha sido abril, con un crecimiento del 15 por ciento.

El punto fuerte de Nissan Ibérica siguen siendo los todo terreno. En 2002, el Terrano se quedó con el 18,5 por ciento de la cuota de mercado de este segmento, y eso que, en el cómputo global de la categoría se registró una bajada.