Directo desde el circuito. Desde allí viene la nueva creación de Mercedes Benz y AMG, el C 63 AMG, la reinterpretación más salvaje de la Clase C. Motor V8, 457 CV, 61,2 mkg de par y una imagen de agresividad exclusiva son sus poderes, ¿quién puede igualarlos?
Con la renovación de la Clase C de Mercedes, se estrena también su representante más deportivo, el C 63 AMG, una máquina para disfrutar conduciéndolo o con su mera contemplación.Respecto a este segundo apartado, la fiereza de sus líneas queda patente desde el primer vistazo, con un capó más agresivo, una carrocería más musculosa, inserciones en cromo, antinieblas independientes, cuatro salidas de escape y llantas de aleación ligera de 18 pulgadas (opcionalmente puede contar con una medida de 19 pulgadas).No obstante, el verdadero atractivo de este modelo no se ve, se siente. El encargado de hacernos vibrar al volante es el propulsor V8 de 6,3 litros de capacidad. Se trata de un motor ya utilizado por AMG en otros modelos de Mercedes y que rinde una potencia máxima de 457 CV a 6.800 rpm, una cifra que le sitúa bastante cerca de lo que ofrece el Clase C AMG que compite en el campeonato del DTM alemán. Con una relación peso/potencia de 3,6 kg por CV, este C 63 AMG cuenta con un par máximo de 61,2 mkg a 5.000 rpm, aunque dispone de más de 51 mkg entre 2.000 y 6.250 vueltas, lo que le permite gozar de muy buenas aceleraciones en cualquier rango del cuentarrevoluciones. Ejemplo de ello es que alcanza los 100 km/h desde parado en apenas 4,5 segundos y su velocidad máxima, autolimitada, se sitúa en los 250 km/h.Esta mecánica, que sigue el principio de AMG “un hombre, un motor", viene acompañada de un sonido atrayentemente deportivo, fruto de las pruebas a las que se ha sometido a este V8.Asociado a este 3.6 V8 nos encontramos con la caja de cambios automática Speedshift Plus 7G Tronic de siete marchas, que cuenta con levas en el volante para realizar los cambios, en modo secuencial, de manera más cómoda y rápida. El conductor puede elegir entre tres programas de funcionamiento: Sport, Comfort y Manual, que tienen asociados una velocidad de cambio diferentes. El cambio, además, acelera instantáneamente al reducir (punta-tacón en un cambio manual), lo que incrementa las sensaciones del conductor y evita un repentino incremento en la retención del motor que conduzca a desequilibrios e inestabilidades.El eje delantero, de tres brazos y 35 milímetros más ancho, ha sido rediseñado y la configuración de los muelles y los amortiguadores se ha modificado para hacer frente al caudal de potencia de este C 63 AMG. La ganancia obtenida, según Mercedes Benz, queda patente en el comportamiento dinámico en curva, donde se gana estabilidad y precisión. Otro estreno en esta nueva generación del C 63 AMG es el control de estabilidad en tres etapas, denominado ESP, que incluye tres posibles configuraciones que pueden ser seleccionadas por el conductor.
- En el modo “ESP On" el freno actúa en una o más ruedas acompañado de una reducción en el par que envía el motor.
- En el modo “ESP Sport" se deja más libertad al conductor y el freno y el motor sólo actúan cuando han de evitar el subviraje o el sobreviraje.
- Cuando desconectamos totalmente el ESP, “ESP Off", no actúan ni frenos ni motor hasta que nosotros pisamos el pedal de freno, que es cuando se restaura el control de estabilidad.
En el interior también se ve la mano de AMG, con la inclusión de asientos deportivos con reposacabezas activos integrados (novedad en la marca), tapicería de cuero hecha a mano, volante de tres radios y un “display" en el que podemos elegir el modo en el que vamos a circular, como si de un circuito se tratara. Así, dependiendo de nuestra elección –entre modos “Warm Up", “Set Up" y “Race"-, contamos con información sobre la temperatura del aceite, configuramos el ESP o nos aparece un cronómetro que nos mide nuestro paso por vuelta. Es curioso que la colaboración entre AMG y Mercedes Benz se iniciara hace algo más de 14 años precisamente en un Clase C, con el C 36 AMG. Han pasado cinco generaciones y la potencia se ha disparado, de los 280 CV del C 36 a los 457 de este C 63.