La movilidad de los asientos y los múltiples huecos para dejar objetos forman parte del mismo concepto, denominado “Karakuri", basado en el movimiento de unas antiguas muñecas japonesas. Versatilidad, espacio y comunicación están englobados en el diseño del habitáculo, pensado como una mesa alrededor de la que se reúne la familia. El Mazda5 dispone de una batalla de 2,75 metros para trasladar esta imagen hogareña a su interior. Para ello, se ha recurrido a la clásica configuración 2 3 2, pero con una diferencia: no son los asientos posteriores los que se emplean en caso de emergencia, sino la plaza central de la segunda fila. El Mazda5 dispone de una batalla de 2,75 metros para trasladar esta imagen hogareña a su interior. Para ello, se ha recurrido a la clásica configuración 2 3 2, pero con una diferencia: no son los asientos posteriores los que se emplean en caso de emergencia, sino la plaza central de la segunda fila.Ésta, con una anchura de 24 cm, esconde su banqueta debajo de la del asiento izquierdo. Después, el respaldo puede doblarse, para conseguir un reposabrazos, o girarse. Con este movimiento, los pasajeros de la tercera fila no encuentran obstáculos visuales y disfrutan de una mayor sensación de espacio.Si lo que necesitamos es un hueco para dejar objetos, podemos extraer el conjunto que existe bajo la banqueta del asiento derecho. Aparecerá una bandeja y, quitándola, encontraremos una red para guardar pequeños juguetes. Hemos preparado una completa galería de fotos para que veas cómo funciona este sistema. Éste es uno de los 45 huecos repartidos por todo el habitáculo. Además de la guantera central, las existentes en las puertas o las bolsas en los respaldos de los asientos, hay bandejas para los ocupantes de las plazas traseras, varios portalatas y un hueco de 15 litros bajo el piso del maletero. Aquí nos topamos con el “talón de Aquiles" de los monovolúmenes con siete plazas y el Mazda5 no es una excepción, pues ofrece una capacidad de carga de sólo 112 litros cuando todos los asientos están ocupados. Si tenemos que llevar más equipaje, unas sencillas operaciones bastarán para lograr un volumen de hasta 969 litros. Para abatir los asientos de la tercera fila, únicamente es necesaria una mano: basta con tirar de la cinta adosada a la zona posterior de estas plazas. No hay que quitar los reposacabezas, ni mover las banquetas: los respaldos quedarán enrasados y lograremos un piso de carga plano. Pasamos a la segunda fila: en un par de operaciones, los asientos se habrán desplazado, plegado y nos habremos evitado el engorro de vigilar los enganches de los cinturones. Éstos se desplazan solidariamente con la banqueta y no estorbarán nuestros movimientos.El puesto de conducción es cómodo y está bien resuelto, aunque nos hubiera gustado que la sensación de ajuste que proporciona la puerta deslizante también estuviera presente en el salpicadero y en los mandos. Éstos tienen un buen tacto, pero la calidad de los materiales es mejorable. En cualquier caso, la impresión general es bastante positiva y disfrutamos de una visibilidad notable, un asiento y un volante con múltiples ajustes, un cuadro de mandos completo y una consola central elevada para que nuestra mano encuentre rápidamente todos los sistemas.
Varios elementos proporcionarán mayor comodidad al automovilista. En primer lugar, la palanca de cambios sube hasta la parte inferior de la consola, lo que facilita su manejo y permite ganar rapidez en los movimientos. Además, por primera vez Mazda ha incluido en el equipamiento opcional del vehículo un monitor escamoteable, asociado al sistema de navegación, que muestra la parte trasera del coche en las maniobras de aparcamiento. Unas líneas señalarán la trayectoria del automóvil según la posición de las ruedas en ese momento.
Un dispositivo de entretenimiento para las plazas traseras, un disco duro en el que almacenar canciones, los faros de xenon o un sistema de apertura sin llaves configuran, entre otros elementos, la lista de la dotación opcional del Mazda5. En su equipamiento básico ya se ha incluido el aire acondicionado, los espejos calefactables o los elevalunas eléctricos con sistema de seguridad “auto-reverse": si se detecta un obstáculo al subir, la ventanilla volverá a bajar automáticamente. La movilidad de los asientos y los múltiples huecos para dejar objetos forman parte del mismo concepto, denominado “Karakuri", basado en el movimiento de unas antiguas muñecas japonesas. Versatilidad, espacio y comunicación están englobados en el diseño del habitáculo, pensado como una mesa alrededor de la que se reúne la familia. El Mazda5 dispone de una batalla de 2,75 metros para trasladar esta imagen hogareña a su interior. Para ello, se ha recurrido a la clásica configuración 2 3 2, pero con una diferencia: no son los asientos posteriores los que se emplean en caso de emergencia, sino la plaza central de la segunda fila. El Mazda5 dispone de una batalla de 2,75 metros para trasladar esta imagen hogareña a su interior. Para ello, se ha recurrido a la clásica configuración 2 3 2, pero con una diferencia: no son los asientos posteriores los que se emplean en caso de emergencia, sino la plaza central de la segunda fila.Ésta, con una anchura de 24 cm, esconde su banqueta debajo de la del asiento izquierdo. Después, el respaldo puede doblarse, para conseguir un reposabrazos, o girarse. Con este movimiento, los pasajeros de la tercera fila no encuentran obstáculos visuales y disfrutan de una mayor sensación de espacio.Si lo que necesitamos es un hueco para dejar objetos, podemos extraer el conjunto que existe bajo la banqueta del asiento derecho. Aparecerá una bandeja y, quitándola, encontraremos una red para guardar pequeños juguetes. Hemos preparado una completa galería de fotos para que veas cómo funciona este sistema. Éste es uno de los 45 huecos repartidos por todo el habitáculo. Además de la guantera central, las existentes en las puertas o las bolsas en los respaldos de los asientos, hay bandejas para los ocupantes de las plazas traseras, varios portalatas y un hueco de 15 litros bajo el piso del maletero. Aquí nos topamos con el “talón de Aquiles" de los monovolúmenes con siete plazas y el Mazda5 no es una excepción, pues ofrece una capacidad de carga de sólo 112 litros cuando todos los asientos están ocupados. Si tenemos que llevar más equipaje, unas sencillas operaciones bastarán para lograr un volumen de hasta 969 litros. Para abatir los asientos de la tercera fila, únicamente es necesaria una mano: basta con tirar de la cinta adosada a la zona posterior de estas plazas. No hay que quitar los reposacabezas, ni mover las banquetas: los respaldos quedarán enrasados y lograremos un piso de carga plano. Pasamos a la segunda fila: en un par de operaciones, los asientos se habrán desplazado, plegado y nos habremos evitado el engorro de vigilar los enganches de los cinturones. Éstos se desplazan solidariamente con la banqueta y no estorbarán nuestros movimientos.El puesto de conducción es cómodo y está bien resuelto, aunque nos hubiera gustado que la sensación de ajuste que proporciona la puerta deslizante también estuviera presente en el salpicadero y en los mandos. Éstos tienen un buen tacto, pero la calidad de los materiales es mejorable. En cualquier caso, la impresión general es bastante positiva y disfrutamos de una visibilidad notable, un asiento y un volante con múltiples ajustes, un cuadro de mandos completo y una consola central elevada para que nuestra mano encuentre rápidamente todos los sistemas.
Varios elementos proporcionarán mayor comodidad al automovilista. En primer lugar, la palanca de cambios sube hasta la parte inferior de la consola, lo que facilita su manejo y permite ganar rapidez en los movimientos. Además, por primera vez Mazda ha incluido en el equipamiento opcional del vehículo un monitor escamoteable, asociado al sistema de navegación, que muestra la parte trasera del coche en las maniobras de aparcamiento. Unas líneas señalarán la trayectoria del automóvil según la posición de las ruedas en ese momento.
Un dispositivo de entretenimiento para las plazas traseras, un disco duro en el que almacenar canciones, los faros de xenon o un sistema de apertura sin llaves configuran, entre otros elementos, la lista de la dotación opcional del Mazda5. En su equipamiento básico ya se ha incluido el aire acondicionado, los espejos calefactables o los elevalunas eléctricos con sistema de seguridad “auto-reverse": si se detecta un obstáculo al subir, la ventanilla volverá a bajar automáticamente.