Definido por sus propios responsables como el coche "más importante en la historia de Jaguar", el X-Type está pasando ya por problemas y eso que no lleva ni un año de andadura comercial.
La lujosa berlina, fruto de la colaboración con Ford (cuenta con componentes montados en la última versión del Mondeo, aunque mejorados), fue concebida como una nueva reordenación en la política de ventas de Jaguar: se trataba de un vehículo de precio más accesible que el resto de los modelos de la compañía, pero con la impronta de la marca del felino.
Sin embargo, los resultados no acaban de llegar y, si bien en el seno de la firma no se habla de fracaso, sí que reconocen un comienzo lento, muy lento.
En el momento de su lanzamiento, la compañía anunció que en 2002 vendería 100.000 unidades. Ahora, sin haberse retractado de sus previsiones, Jaguar siente que sus objetivos de venta mensuales no se han cumplido ni en Estados Unidos ni en Europa.
El presidente de la división Premier Automotive Group, que agrupa a las cinco marcas lujosas subsidiarias de Ford, Wolfgang Reitzle, ha defendido públicamente el coche, pero fuentes cercanas al dirigente aseguran que está verdaderamente preocupado por la escasez de resultados de partida.
Los propios ejecutivos de Jaguar parecen no querer intranquilizarse en exceso por el lento comienzo. Achacan la culpa a las condiciones económicas, "que están cambiando los hábitos del consumidor".
Los analistas del sector, por su parte, lo tienen más claro. Tal y como comenta la directora de recursos de la consultora J.D Power-LMC, Alistair Bedwell, "la demanda no es la que ellos esperaban, las ventas están lejos de serlo". "Para un coche en producción desde febrero, en estos momentos yo hubiera confiado en una lista de pedidos muy superior a la que tienen".
Mal en Europa...
En Europa, el X-Type salió al mercado en junio. Las ventas mensuales fueron de 2.500 unidades durante los meses de verano, subiendo a 4.500 en septiembre. En octubre volvieron a caer a 3.000. En los meses que quedan para acabar el año, Jaguar debería vender 12.000 unidades para alcanzar los objetivos de venta calculados para 2001, es decir, 25.000 vehículos.
Ya hay quien critica la osadía de Jaguar por competir con este modelo en un segmento del mercado copado por las marcas alemanas Audi, BMW y Mercedes. Así, en el mercado germano, las previsiones iniciales apuntaban a 3.200 unidades, pero difícilmente llegará a las 2.200. Para los responsables de los concesionarios es cuestión de hábitos del consumidor y de calidad. Por un lado, el público alemán no está acostumbrado a un vehículo de gama tan limitada. Las otras tres marcas ofrecen varias carrocerías en cada modelo y distintos motores. Un único motor de 2,5 litros no es suficiente para el cliente continental, que a menudo busca motores menos potentes por razones obvias relacionadas con un menor consumo.
Por otra parte, la calidad del acabado, aducen estas mismas fuentes, es inferior a la de las realizaciones locales.
Tan sólo en Francia e Italia los responsables de la marca británica parecen estar contentos con los resultados cosechados.
... y en Estados Unidos
En Estados Unidos, donde Jaguar había hablado de 3.000 vehículos al mes, no ha superado siquiera la barrera de los 2.000. También la falta de una combinación adecuada de motores y carrocerías parece estar dando al traste con las intenciones de venta. Los encargados de los concesionarios se han quejado repetidamente de que los clientes les piden X-Type que aún no existen. Pero, eso sí, parecen más optimistas que sus homólogos europeos. Creen que, una vez que la gama se complete, el vehículo gozará de éxito comercial.
La primavera de 2002 será la fecha en la que un nuevo motor de 2 litros y 6 cilindros en V con tracción delantera saldrá a la venta en Europa. No obstante, habrá que esperar dos años más para un motor Diesel.