Madrid, una ciudad subterránea

Madrid ha decidido actuar contra el tráfico con la construcción de túneles y más túneles. SAyer, su alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, ha anunciadoanunció la creación de dos nuevos pasos subterráneos en la Castellana y O’Donell. Y no serán los únicos: la reforma de la M-30 sumará otros 15 kilómetros más de túnelesestas infraestructuras.

Madrid, una ciudad subterránea
Madrid, una ciudad subterránea

El calificativo de “hombre topo" parece ir asociado a la figura del alcalde de la Madrid. Si hace unos meses este apelativo era utilizado por la oposición para definir a José María Álvarez del Manzano, ahora Alberto Ruiz-Gallardon también se ha hecho merecedor de él. Y es que el primer edil de la capital ha anunciadoanunció ayer la creación de dos nuevos túneles en el Paseo de la Castellana y en O’Donell, que se sumarán a los ya aprobados en el proyecto de reforma de la M-30. En total, más de 17 kilómetros de pasos subterráneos y una inversión de 68 millones de euros.La primera actuación aprobada ayer en la Junta Municipal de Gobierno esfue la ampliación del desdoblamiento que ya existe entre el Paseo de la Castellana y la avenida de Pío XII. El paso subterráneo tiene ahora 802 metros y dos carriles por sentido y se prevé que, allá por el mes de marzo de 2007, disponga de tres carriles en un solo sentido y otro túnel paralelo de 823 metros.Las bocas de entrada de este nuevo paso subterráneo serán tres: una, en la calle de Monforte de Lemos, ; otra, en la de Sinesio Delgado y una tercera, de conexión con el anillo de túneles que Urbanismo tiene previsto excavar también bajo la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid, en el Paseo de la Castellana. Las bocas de salida, por su parte, estarán casi en la conexión con la M-30;, dos de ellas, antes de la intersección con la avenida de Burgos y otra, después. “El objetivo es liberar la avenida de Burgos y la avenida de Pio XII del tráfico de largo recorrido", explica un técnico del Ayuntamiento.El otro túnel aprobado ayer por la Junta Municipal de Gobierno es, en realidad, la prolongación del actual paso subterráneo de O’Donell, que ahora cambiará su boca de entrada. La nueva infraestructura supondrá en la práctica cuadriplicar la longitud actual del túnel (de 300 pasará a 1.300 metros) y tendrá su entrada en la intersección de O’Donell con la avenida de Menéndez Pelayo.Para este “nuevo" paso subterráneo, Gallardón ha dado un plazo de ejecución de 18 meses. Su inversión total ascenderá a 25,3 millones de euros.Pero no sólo de túneles vive Madrid. La Concejalía de Urbanismo ha aprobadoaprobó ayer también otras obras, aunque éstas en superficie. Una de ellas tratará de mejorar los enlaces del futuro barrio de Sanchinarro, donde vivirán 13.500 familias, con la M-40. Así, de la glorieta que conecta las avenidas Niceto Alcalá Zamora y Alcalde Conde de Mayalde nacerán dos ramales que llevarán directamente a la carretera de circunvalación.Por último, el alcalde ha anunciadoanunció también la construcción de puente sobre la carretera A-1 que unirá los barrios de Sanchinarro y Las Tablas. Éste tendrá 400 metros de longitud, dos carriles por sentido y aceras de cinco metros de anchura con espacio para los ciclistas.