Los vehículos militares, con célula de combustible

El Ejército estadounidense está intentando reducir su dependencia de los carburantes fósiles en las operaciones militares. Así, ha firmado un acuerdo con un proveedor de componentes para desarrollar un vehículo todo terreno, que estará propulsado mediante hidrógeno.

El Gobierno de los Estados Unidos pretende emplear combustibles alternativos para propulsar a los vehículos militares, con el fin de reducir los costes logísticos en los campos de batalla más alejados de su territorio. En las campañas iraquíes, un galón (3,7 litros) de carburante para los tanques ha costado 400 dólares (339 euros), debido a los gastos de transporte. El combustible supone, de hecho, el 70 por ciento de los suministros que las fuerzas norteamericanas deben desplazar.

La compañía Quantum Fuel System Technologies, dedicada al desarrollo de células de combustible, será la encargada de construir el prototipo de un vehículo que servirá de base para una flota posterior. El Ejército espera que estos automóviles sean silenciosos y que tengan un consumo significativamente menor que el de los coches que emplean gasolina.

El primer ejemplar verá la luz en un año y en su fabricación estará implicado el Centro Nacional de la Automoción (NAC, en sus siglas en inglés), el enlace oficial del Ejército con la industria civil. Esta entidad ya ha colaborado con las automovilísticas de Detroit en el desarrollo de vehículos enfocados a la “respuesta al terrorismo" y a la “seguridad de la patria". Andy Abele, consejero de tecnología de Quantum, ha anunciado que su compañía podría integrar una célula de combustible en un biplaza. Este coche sería más pequeño que los que poseen actualmente las Fuerzas Armadas norteamericanas. La carrocería, el chasis, el sistema eléctrico de la dirección y el dispositivo de almacenamiento del hidrógeno también serán creados por la empresa californiana. Si el prototipo es aceptado por el Ejército estadounidense, su producción comenzaría “dentro de 18 meses", afirma Abele.Según el consejero de tecnología, los militares podrían llegar a fabricar hidrógeno en el campo de batalla, lo que ayudaría a reducir las necesidades de transporte de combustible.Quantum ya fabrica los dispositivos tecnológicos que se ensamblan en un reducido número de vehículos propulsados mediante gas natural: el Chevrolet Cavalier y el Silverado, comercializados por General Motors.