Los parquímetros llegan a Madrid

La Comisión Informativa de Movilidad Urbana aprobará hoy -con el voto favorable del PP, la abstención de IU y el voto negativo del PSOE- el nuevo Servicio de Estacionamiento Regulado (SER), que permitirá que, después del verano, 800 parquímetros se instalen en la capital.

Los parquímetros llegan a Madrid
Los parquímetros llegan a Madrid

Los madrileños han sido, hasta ahora, los únicos habitantes de una capital de provincia que no tenían que pagar en los parquímetros cuando estacionaban su coche en las calles del centro. Sin embargo, siete años después de su anuncio, el Ayuntamiento ha decidido implantar este sistema, que acabará con la actual ORA.

Así, el Consistorio madrileño regulará unas 120.000 plazas de aparcamiento en superficie cuando concluya la implantación de los 2.000 parquímetros previstos, lo que ocurrirá dentro de dos años.

En la primera fase, se controlarán 40.000 lugares de estacionamiento (de los que un 70 por ciento estará reservado a residentes). El horario será de nueve de la mañana a ocho de la tarde de lunes a viernes, mientras que los sábados será de nueve de la mañana a tres de la tarde, al igual que durante el mes de agosto.

En los sectores regulados habrá dos tipos de plazas: azules y verdes. Las primeras estarán destinadas a los visitantes y serán un 30 por ciento del total. El tiempo máximo de estacionamiento no podrá superar las dos horas, tanto para los que se acerquen desde el extrarradio como para los residentes en la zona.

Las plazas verdes se regirán por la misma tarifa que las azules, pero serán utilizadas preferiblemente por los residentes, que no tendrán ninguna limitación de tiempo. Los visitantes ocasionales sólo podrán aparcar en estos espacios durante una hora.

El Ayuntamiento ha establecido que los parquímetros deberán estar situados, como máximo, a 50 metros de las plazas azules más alejadas y a 75 metros de las verdes. Además, las empresas adjudicatarias deberán poner a disposición del Consistorio un local de 200 metros cuadrados en cada zona de regulación, con el fin de atender a los usuarios.

El concejal de Movilidad Urbana, Sigfrido Herráez, ha anunciado que el principal objetivo de la nueva medida es "reducir el número de coches que entran a Madrid desde la periferia. Todos los años llegan a la capital 800.000 vehículos y queremos que este volumen disminuya en un 30 por ciento".

Aparcar incorrectamente será más difícil a partir de ahora, ya que se incrementará el control de las plazas. En la primera fase, habrá 600 vigilantes, que llegarán a 1.800 cuando la implantación del sistema se complete.

El Consistorio perderá dinero con el nuevo sistema
Por otra parte, Herráez ha asegurado que los parquímetros no se instalarán con "afán recaudatorio", aunque estimó que el servicio dejará unos 1.500 millones de pesetas (9 millones de euros) en el Consistorio después de realizar el pago a las empresas concesionarias.

Sin embargo, los responsables de la Hacienda municipal no ven tan clara la viabilidad económica de este plan: las tarifas del servicio aún no han sido definidas, pero, en principio, serán más bajas que en el resto de ciudades que cuentan con este sistema. Pedro Bujidos, concejal del ramo, opina que "teniendo que pagar casi 3.000 millones de canon anual no se recaudará lo suficiente, por lo que los parquímetros acabarán costando dinero".

El Ayuntamiento madrileño abonará una tasa anual de 17 millones de euros (2.828 millones de pesetas) a la empresa o empresas que se hagan con el contrato, cuyo plazo será de doce años. Los adjudicatarios tendrán cinco meses para instalar los parquímetros en la zona ORA actual y dos años para completar todo el despliegue, que llegará hasta los distritos de Chamartín, Tetuán, Arganzuela y Chamberí.