Los familiares de conductores que fallezcan en siniestros sin culpables deberán ser indemnizados

A partir de ahora, según una sentencia del Tribunal Supremo, las aseguradoras tendrán que pagar indemnización a la familia de los conductores que fallezcan viajando solos y cuya causa del accidente no esté aclarada.

El Tribunal Supremo acaba de confirmar una sentencia del pasado año fallada por la Audiencia Provincial de Cuenca. Según esta sentencia, la familia de una persona que falleció en un accidente, cuyo coche fue el único implicado en el siniestro mortal, tiene derecho a recibir la indemnización por parte de la aseguradora.

La compañía de seguros había reiterado su negativa a pagar dicha indemnización, por un error en la interpretación de la Ley de Seguros. La aseguradora, que finalmente tendrá que pagar la indemnización a la familia, se ampara en el artículo 5 de dicha ley que establece que "la cobertura del seguro de suscripción obligatoria no alcanzará a los daños ocasionados a la persona del conductor del vehículo asegurado".

Esto es cierto, pero, según Automovilistas Europeos Asociados (AEA), cuando el conductor fallece, los daños "pasan" a los familiares, que pasan a ser víctimas del accidente y no perjudicados, como interpretan las aseguradoras. La calidad de perjudicado se aplicaría sólo en caso de que el conductor no perdiera la vida. En ese momento, habría que debatir quién ha tenido la culpa del siniestro.

¿Qué ocurre cuando alguien bebe o se suicida al volante?
Llegados a este punto, la cuestión es si este caso se puede equiparar a los de alcoholemia o suicidio. Las asegurados no pagan a los familiares de las víctimas cuando se demuestra que el conductor se ha suicidado o había bebido antes del accidente mortal.

En el tercer caso, que es este que trata ahora el Tribunal Supremo, no está clara la culpabilidad, porque, según recuerda AEA, sólo se producen estas diferentes interpretaciones de la norma cuando se ha producido un accidente mortal y el conductor viajaba sólo.

La asociación de defensa del automovilista ha anunciado que con casos como éstos las aseguradoras se ahorran 150 millones de euros al año. Los cálculos están realizados teniendo en cuenta datos de 2000. Según AEA, se produjeron en ese año 4.372 accidentes mortales, de ellos, 1.741 conductores iban solos en el momento del siniestro. No obstante, en estas cifras se incluyen los tres tipos de fallecimientos que se han comentado con anterioridad: suicidio, alcoholemia y sin determinar.