París es desde finales de la semana pasada y durante los próximos días la capital internacional del automóvil. La exposición que acoge la ciudad francesa no sólo es el escaparate de las últimas novedades y de las propuestas de futuro de las marcas, también es el centro informativo de la industria del automóvil.
Tras la última gran reunión entre los fabricantes automovilísticos, que se mantuvo en Detroit hace casi dos años, éstos no se han vuelto a ver cara a cara hasta este fin de semana, en el que ACEA (Asociación de Constructores Europeos de Automóviles, cuyo presidente es el principal representante de PSA, Jean Martin Folz, que aparece en la foto) ha logrado organizar una cita a la que han acudido los principales representantes del sector.
Así, los presidentes de BMW, DaimlerChrysler, Fiat, Ford, General Motors, PSA Peugeot-Citroën, Porsche, Renault, Volkswagen, Honda, Toyota, Nissan y Mazda.
De este encuentro en la cumbre sólo se ha recibido información a través de un comunicado oficial realizado por ACEA. En este texto se ha destacado que los fabricantes tiene claro que hay que apostar más por el desarrollo de tecnologías Diesel, que ya hoy son más eficientes que las de gasolina y ofrecen un consumo más contenido; otra conclusión de esta cita es que es necesario unificar las regulaciones técnicas, al igual que las relacionadas con seguridad; por último, las previsiones de ventas para los próximos años son optimistas.
Dentro de los carburantes "habituales", gasolina y Diesel, los fabricantes ven que debe ser el gasóleo el que reciba más apoyo, con una mayor inversión para mejorar las emisiones contaminantes, ya que es éste el apartado en el que estas mecánicas quedan más penalizadas. Sin embargo, las compañías automovilísticas ven un claro futuro para las energías alternativas, ya que las tradicionales tienen un fin no demasiado lejano. Por ello, las inversiones para desarrollar vehículos híbridos y de hidrógeno deben crecer e ir acompañadas de un mayor gasto en el desarrollo de las infraestructuras necesarias y en campañas de concienciación a los usuarios.
En cuanto a la armonización de las regulaciones técnicas, para los fabricantes es evidente que el hecho de unificar las normativas "ofrecerá seguridad, protección del medio ambiente y reducirá los costos para los consumidores de todo el mundo".
Los fabricantes automovilísticos, además, ven una luz al final del túnel y esperan que, tras la caída de ventas de este año, el mercado se estabilice y se mantenga en cifras similares a las actuales. La constante renovación del parque automovilístico provoca que los periodos de caída no duren más allá de dos años, un periodo que puede ser capeado por los fabricantes sin mayor problema.