Los demandantes de Firestone quieren acusar también a Bridgestone

Unos 50.000 millones de dólares (9,8 billones de pesetas) puede ser la cantidad que deba pagar la filial norteamericana de Bridgestone, Firestone, por el caso de los neumáticos defectuosos. Esta cantidad ha encendido todas las alarmas y ha acrecentado la posibilidad de que Firestone se declare en bancarrota.

Los abogados que acusan a Firestone de su responsabilidad por la fabricación y venta de cubiertas defectuosas, relacionadas con la muerte de 165 personas en todo el mundo, temen que la filial norteamericana del grupo japonés Bridgestone se declare en quiebra. Ahora, el principal objetivo de los letrados es que la casa matriz comparta responsabilidades en este caso y, por tanto, se le pueda reclamar el pago de las consiguientes multas.
Tanto Bridgestone como Firestone han negado que la filial estadounidense vaya a declararse en bancarrota. Para Yoichiro Kaizaki, presidente de la japonesa, las pérdidas obtenidas en este ejercicio por Firestone, que totalizan 450 millones de dólares (casi 89.000 millones de pesetas), serán cubiertas fácilmente por las reservas que tiene la propia compañía norteamericana, que ascienden a 2.300 millones de dólares (unos 453.000 millones de pesetas).
Por su parte, la portavoz de Firestone, Karen Doyne, ha negado la posibilidad de la quiebra y ha remarcado el hecho de que la casa matriz no se va a ver envuelta en los procesos legales que sufre Firestone. "Las cubiertas fueron diseñadas en Estados Unidos, fabricadas en Estados Unidos, probadas en Estados Unidos y los incidentes han ocurrido aquí. Firestone ha aceptado su responsabilidad".
Según algunos de los abogados de la acusación, la posibilidad de la ruina de Firestone no es tan remota. "Si miramos su situación financiera, el coste de la retirada de los neumáticos y las demandas interpuestas, existe la posibilidad de que tengan problemas". Este miércoles los letrados van a solicitar al juez federal que establezca como acusado a Bridgestone dentro del proceso.
Si la quiebra de Firestone se confirma, los consumidores que ganen los juicios serán tratados como cualquier otro acreedor y tendrán que esperar el pago de las compensaciones durante años.