La federación de concesionarios, Faconauto, ha previsto unas matriculaciones de 1,32 millones de turismos a final de año, un 7,4 por ciento menores que las logradas en 2001, año que marcó un récord en las ventas de coches en nuestro país. Este pronóstico se acerca al de la asociación de fabricantes, Anfac, que ha estimado un descenso del 8 por ciento, y al de los importadores (Aniacam, con un 7,75 por ciento).
Según el informe elaborado por Marketing Systems para Faconauto, la situación mejorará en 2003, aunque no por un ascenso de las matriculaciones (que llegarán a los 1,27 millones de unidades), sino por un descenso que sólo será del 3,3 por ciento, debido al bajo índice de confianza de los consumidores. Estas previsiones se han realizado sin tener en cuenta la posible implantación de medidas especiales para reanimar la demanda, como la ampliación del Plan Prever.
El estudio de la federación de concesionarios ha calculado el tamaño objetivo del mercado de automóviles en nuestro país: 1,17 millones de coches al año. Así, todas las ventas que sobrepasen esta cifra se considerarán un resultado positivo, aunque sea peor que el del período anterior.
Los datos previstos para octubre son esperanzadores: después de repetidas caídas en torno al 8 por ciento, las matriculaciones en este mes descenderán un 3 por ciento respecto al mismo período del año pasado. En noviembre, las ventas volverán a bajar un 8 por ciento, aunque el último mes del año traerá una ligera recuperación, cercana, de nuevo, al 3 por ciento.
Faconauto no aceptará una rescisión masiva de contratos
Aunque, actualmente, en el mercado español de automóviles hay más oferta que demanda, Faconauto ha advertido que esta situación no justifica las rescisiones de contratos entre las redes oficiales de ventas de los fabricantes, impulsadas, además, por el nuevo reglamento europeo de distribución.
La normativa, que entró en vigor el día uno de este mes, deja un plazo de un año para adaptar los acuerdos actuales y los concesionarios se muestran temerosos ante el desenlace del proceso de renegociación masiva abierto por los fabricantes. La mayoría de las firmas automovilísticas han dado preavisos de terminación de sus contratos a sus vendedores, alegando la necesidad de reordenar la red o la "inaplicabilidad" de determinados artículos, algo que, según Blas Vives, secretario general de Faconauto, "es un error empresarial grave, que traslada incertidumbre al mercado". En opinión de Vives, no es necesario rescindir los acuerdos, sino modificar algunas de las cláusulas –las de selectividad y exclusividad-, continuando así la relación.
A pesar de todo, la federación de concesionarios se ha mostrado de acuerdo con las nuevas reglas que Bruselas ha establecido para el sector, que reforzará la figura de los puntos de venta como parte fundamental de la distribución y abrirá nuevos campos de actuación y áreas de negocio, como la posibilidad de vender el concesionario a otro de la misma marca, el establecimiento de una duración mínima de cinco años para los contratos y la potenciación del arbitraje. Por otra parte, la aplicación de la normativa subirá los precios de los coches en catálogo un 4 por ciento. Sin embargo, el consumidor sólo acusará este aumento de manera moderada, ya que los compradores nunca pagan las tarifas oficiales por los automóviles: se aplican descuentos generalizados y cada vehículo se personaliza con "extras".
Esta política comercial ha debilitado los márgenes de beneficio de los 3.500 concesionarios existentes en España, que han caído desde el 2 hasta el 1 por ciento en 2002. Este dato confirma que el sector del automóvil, con el fin de mantener los volúmenes de ventas, está operando en nuestro país con la rentabilidad más baja de los últimos diez años.