Los autobuses no tratan bien a los discapacitados

La revista Consumer ha realizado un revelador estudio sobre los autobuses urbanos en diversas ciudades españolas que ha demostrado que el trato a los discapacitados es aún muy mejorable.

Los autobuses no tratan bien a los discapacitados
Los autobuses no tratan bien a los discapacitados

Para la publicación, la adaptación a los discapacitados es la asignatura pendiente de los autobuses urbanos. Solamente los que circulan por las ciudades de Vitoria (calificación de muy bien), Valencia y Madrid (bien), aprueban en este apartado. El resto de las ciudades analizadas (Barcelona, Bilbao, Málaga, Zaragoza, San Sebastián, Cádiz, La Coruña, Pamplona, Murcia y Logroño) obtuvieron la calificación “muy mal", fundamentalmente por el olvido de las necesidades de los usuarios invidentes y sordos. Éstos carecen, en la gran mayoría de los casos, de un sistema acústico de aviso de parada y de dispositivos que les orienten dentro del vehículo. Al mismo tiempo, el 30 por ciento de los buses analizados no contaban con rampa para el acceso de sillas de ruedas, ni con anclajes para la sujeción de este tipo de elementos en el interior. Sin embargo, más de la mitad de los vehículos estudiados está lo suficientemente adaptada a este tipo de usuarios. También se han analizado otras variables, como la puntualidad y el tipo de conducción que realizan los conductores. En el primer apartado, los autobuses llegaron a la hora establecida en el 80 por ciento de los casos. No suspendieron los transportes de ninguna ciudad y obtuvieron la calificación de excelente Madrid, Barcelona, San Sebastián, Vitoria y Pamplona. El tipo de conducción no obtiene tan buenas calificaciones. Uno de cada tres conductores no se acercan de manera adecuada a la acera a la hora de coger o dejar viajeros, uno de cada cinco inicia su marcha antes de cerrar las puertas y en uno de cada cinco viajes se constató algún incumplimiento de las normas de circulación. Incluso, los técnicos de Consumer analizaron si se producía conducción brusca que pudiera producir la caída de pasajeros. Zaragoza, La Coruña, Murcia, Logroño, Bilbao y Barcelona obtienen el dudoso honor de poseer a los conductores menos “finos", mientras que en Pamplona, San Sebastián y Madrid están los que realizan una conducción más suave.