Los anuncios más divertidos

Los hay que recuerdas por su música, por una frase, por un personaje o por una imagen concreta. Son los anuncios de automóviles en televisión. Te mostramos los más divertidos.

Los anuncios más divertidos
Los anuncios más divertidos

El lanzamiento de un nuevo automóvil al mercado supone un importante acontecimiento para las marcas, pero sobre todo una fuerte inversión en publicidad. Esa publicidad, por lo tanto, debe ser eficaz para asegurar la máxima optimización de las inversiones publicitarias. Y es que la televisión es el medio que se come la mayor parte del pastel. La televisión, ese gran escaparate que todo lo enseña, nos ha mostrado a lo largo de los años las más ingeniosas y simpáticas imágenes convertidas en anuncios de coches. Son los anuncios que consiguen sacarnos una sonrisa. Por ejemplo, ¿quién no recuerda aquel abuelo de Majalray (Guadalajara) preguntando por la opinión de Franco? Muchas veces nos quedamos con la anécdota, pero no recordamos el producto. En este caso era el Mitsubishi Montero. Y qué me dicen del famoso muñeco de Elvis. La figura del “Rey del rock" moviéndose en el salpicadero de un Audi, que anunciaba el cambio Multitronic, le convirtió en el mejor anuncio elegido por el público en el año 2001. Audi se cuestionó realizar una tirada de 200.000 ejemplares del muñeco de Elvis para regalar, dado el éxito que estaba teniendo el anuncio. Otros tantos anuncios televisivos permanecen en nuestra cabeza en “punto muerto" hasta que oímos una sola palabra. ¿Recuerdas el “Geropa"? ¿Recuerdas qué coche se anunciaba? Sí, era el Renault Clio. Y ¿recuerdas la canción? Sí, Sex Machine, de James Brown. Este anuncio ha sido clasificado como uno de los mejores de todos los tiempos. El último estudio realizado por Nielsen sobre los elementos que condicionan la compra de un coche, revela que las personas consideran que los anuncios sólo sirven para generar una imagen del coche y para provocar el deseo de compra, pero fallan a la hora de proporcionar detalles. Y es que, en muchas ocasiones, ni siquiera aparece el coche en cuestión. Por ejemplo, el anuncio “No es lo mismo" de BMW. En 1999 la marca alemana dio el pistoletazo de salida a su ya mítica frase “¿Te gusta conducir?". Aquí tenemos otro ejemplo de publicidad de coches sin coches. Volkswagen y el cambio DSG.