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Éste último ha basado la mayor parte de sus críticas en la intención de eliminar la exclusividad en la distribución, con lo que se obliga a los fabricantes a abrir la distribución a la competencia y facilita a los consumidores la compra de vehículos en cualquier estado de la Unión Europea.
Schröeder ha indicado que la Comisión no ha pensado en la industria a la hora de realizar su propuesta: "a veces nos encontramos ante la situación de que Bruselas piensa demasiado poco en la producción industrial y cree que se puede vivir de los servicios". "Estas medidas van a provocar grandes desventajas a la industria del automóvil germana", ha añadido.
"Alemania no puede permitirse el lujo de tener aún más problemas en el mercado laboral a causa de medidas de este tipo", ha subrayado el máximo responsable de la política germana, en clara referencia a las crecientes cifras de desempleo que están azotando a su nación.
Críticas en nuestro país
En España, las reacciones tampoco se han hecho esperar. La Asociación de concesionarios de automóviles, Faconauto, ha señalado que el proyecto de la Comisión Europea terminará perjudicando al consumidor, ya que se producirá una subida de precios y una limitación de la oferta.
El secretario general de esta organización, Blas Vives, ha sido claro en su análisis: "(las medidas) son revolucionarias y tratan de transmitir una advertencia muy dura a los fabricantes pero que da el golpe a los concesionarios y a los consumidores que, finalmente, van a ser los grandes perjudicados, ya que habrá una subida de precios tanto en la venta como en la posventa".
La posibilidad de abrir un concesionario oficial en cualquier país de la UE, según Vives, dará las facilidades de instalación a los grandes grupos y facilitará las tácticas de concentración en el sector, lo que provocará que se entorpezca la competencia.
Los presagios de Anfac (la patronal de los fabricantes), si se aprueba el plan de Bruselas, no son demasiado positivos. Según Luis Valero, director general de esta asociación, se producirán muchos despidos si esta normativa sale adelante.
Las únicas alabanzas al texto de la Comisión han sido pronunciadas desde AEA (Automovilistas Europeos Asociados). Su presidente, Mario Arnaldo, lo ha calificado de "positivo".