Lexus LS460

Si el nombre de Lexus es siempre sinónimo de lujo y refinamiento tecnológico, el nombre de su modelo estrella, el LS 460, debería considerarse epítome del más rutilante esplendor automovilístico. Ahora, la firma nipona revisa su berlina más imponente dándole un toque más europeo y ampliando su equipamiento con la tecnología más avanzada del momento. En el punto de mira están los coches más sofisticados –y caros- de Audi, BMW y Mercedes.

Lexus LS 460
Lexus LS 460

Con 5,03 metros de largo, 1,88 metros de ancho y 1,47 metros de alto, el LS 460 presenta una planta impactante. No es que sea más grande que antes, pero sí es un coche de gran envergadura en el que, además, se ve mucha chapa, mucha musculatura.
Esta presencia masiva del metal en la estética subraya un aspecto que pretende combinar la exclusividad, la fortaleza y cierta deportividad. En este sentido, el LS 460 está en la línea de los Lexus IS, pero estira mucho las formas y aumenta todos los volúmenes de forma considerable. El conjunto es bastante armonioso, con un cierto aire felino en el morro y una imagen muy contundente se mire por donde se mire. Hablan en Lexus de L-Finess, una suerte de filosofía estética que ha servido para desarrollar el coche. Sus diseñadores han trabajado en lo que denominan “simplicidad incisiva" y “elegancia intrigante". En palabras más llanas, buscar un aspecto que combine líneas limpias, aspecto agresivo y clase. A nuestro juicio, el resultado es bueno. No es tan clásico como un Jaguar, ni tan deportivo como un BMW, ni tampoco tiene el porte regio de un Mercedes, pero mezcla muy bien todos esos conceptos para mostrar un diseño moderno y atractivo, con personalidad propia.
Pero dentro del concepto L-Finess entran más apartados. Por ejemplo, se incluye aquí la compleja mezcla de ingeniería punta, trabajo artesano y alta tecnología con que se construye el coche, consiguiendo un acabado impecable en todos los sentidos. Como muestra de lo que tratamos de describir, un botón: una vez ensamblado el motor, un experto lo examina con un estetoscopio para detectar cualquier mínimo ruido que no esté dentro de lo esperado. Impresionante, ¿verdad?Pues si el mimo puesto en la mecánica sorprende, qué decir del cuidado extremo puesto en la confección del interior. La verdad es que, para no alargarnos con descripciones demasiado suntuosas, lo resumiremos con pocas palabras: el habitáculo roza la perfección. Todo es magnífico: materiales, diseño, acabado… Todo está impregnado de un ánimo por hacer las cosas bien que es palpable en las costuras del cuero, en el milimétrico encaje de paneles y superficies, en el tacto de cada mando… Qué lástima que el maletero, con 510 litros de capacidad, desmerezca al conjunto quedándose por detrás de lo que ofrecen los rivales (la opción de llevar nevera todavía acorta más la capacidad). Y es que, de no ser por esa falla, importante a estos niveles, el LS 460 sería tan epatante como sus enemigos europeos en cuestión de habitabilidad, confort y lujo.
Incluso gana a muchos de ellos en el exquisito trato que reciben los pasajeros de las plazas traseras, que disponen de asientos reclinables eléctricos, salidas de ventilación propias y, en algunos acabados, reposabrazos central con mandos para el equipo de sonido, la climatización, los asientos y el equipo de reproducción de DVD… Eso sí, el asiento trasero es más bien para dos personas, pues la plaza central no es tan acogedora como las de los laterales. ¿Pegas? Pues, la verdad, aparte de que el maletero es pequeño, poco más se puede criticar. Si acaso, la profusión de botones que se aprecia en el salpicadero… Hay demasiados mandos, lo que, al principio, resulta un poco mareante. Quizá habría sido mejor agruparlos al estilo de los mandos centralizados de BMW o Audi… Cuestión de gustos.Para España, Lexus venderá el LS 460 en cinco acabados diferentes, todos de gran nivel. El más “básico" cuesta 88.000 euros y se denomina Premium. De serie, llevará una dotación mecánica formada por llantas de 18 pulgadas, iluminación activa inteligente, faros bixenón, suspensión variable adaptativa VAS, asistente a la frenada de emergencia (BAS), control de tracción, control de estabilidad avanzado VDIM, dirección de asistencia y desmultiplicación variables y ayuda para el cierre de puertas y maletero. En el capítulo de seguridad habrá de partida airbags delanteros de dos etapas, airbags de cortina, de rodillas y laterales, además de reposacabezas activos eléctricos en los asientos delanteros. Pero esto no es todo, porque, entre otras muchísimas cosas, la dotación de confort mínima dispondrá de climatizador de cuatro zonas, equipo de sonido con cargador de diez discos, asientos eléctricos con diez puntos de ajuste memorizables, tapicería de cuero, ordenador de a bordo con pantalla táctil en color y ocho pulgadas, navegador, comunicaciones por Bluetooth, órdenes por voz y asistente de aparcamiento.Sobre todo esto, el acabado Executive añade llantas de 19 pulgadas, techo solar, asistente de aparcamiento inteligente con sensores, arranque y apertura sin llave (con la tarjeta más delgada del mercado), volante de madera y piel calefactado y cierre eléctrico del maletero.Un escalón más arriba se sitúa el Luxury, que incluye ya equipo de sonido Mark Levinsson, un impresionante conjunto que cuenta con 19 altavoces y una potencia de 450 wattios.
Además, en este nivel se incluye ya el sistema Pre-Crash de detección y prevención de colisiones, si bien sólo en su primera generación, que se compone, básicamente, de control de velocidad de crucero activo combinado con un radar de proximidad de vehículos u objetos y las correspondientes acciones sobre cinturones de seguridad, avisadores acústicos y visuales y frenos.

En el acabado Ambassador, aparecen ya el aire acondicionado y la regulación eléctrica para las butacas traseras, además de la climatización dual de esa zona del coche, la consola de control en el reposabrazos central trasero, la nevera y la posibilidad de montar tapicería en Alcantara, una opción que obliga a instalar también el techo solar. Por último, quien elija el exclusivo acabado President se llevará también el equipo multimedia con pantalla LCD de 9 pulgadas y mando a distancia, un magnífico dispositivo que permite reproducir vídeo en DVD con altísima calidad.

Lexus explica que cualquiera de los elementos que integran los diferentes acabados son intercambiables y no es obligatorio tomarlos todos. Así, las posibilidades de personalización son enormes.

Tabla de precios básicos
Lexus LS 460 Premium
88.000 euros.
Lexus LS 460 Executive
94.200 euros.
Lexus LS 460 Luxury
100.200 euros.
Lexus LS 460 Ambassador
106.500 euros.
Lexus LS 460 Presidente
112.000 euros.

Lamentablemente, para España se queda fuera la segunda generación del Pre-Crash por culpa de las líneas que delimitan nuestras carreteras. ¿Extraño? Bueno, sí, pero es que todo este sistema avanzado de prevención de accidentes funciona sobre la base de una cámara de infrarrojos que lee las rayas de la carretera. Por una mala combinación de colores y contrastes, las carreteras españolas se niegan a ser leídas, con lo que Lexus España no puede, por ahora, contar con este Advanced Pre-Crash. Lo mismo sucede en Irlanda.

Y es que esta segunda generación del sistema combina varios elementos. El principal es la cámara que controla las líneas, pero, además, hay un sensor que vigila la cara del conductor, un radar trasero y el radar delantero que ya utilizaba la generación anterior del mecanismo.
La unión de todos los elementos permite que el coche se relacione con su entorno. Así, el ordenador sabe a qué distancia están los objetos que nos rodean, decidiendo si la velocidad y la trayectoria que llevamos pueden suponer algún peligro. Esto se traduce, por ejemplo, en el sistema de mantenimiento de carril que, además de avisarnos de que perdemos la trayectoria correcta, imprime una leve fuerza al volante para corregir la dirección.
Además, se ha instalado un sofisticado control de atención del conductor. Un escáner toma una imagen de la cara y busca continuamente desviaciones de la mirada. Si detecta que miramos hacia otro lado y que, al tiempo, se acerca un obstáculo, nos avisará con un sonido.

El radar trasero funciona también detectando que se acerca algo y, si el sistema decide que la colisión es inminente, prepara los cinturones de seguridad y acerca los reposacabezas de los asientos, siempre en la parte delantera.

Cuando se declara la situación de emergencia, todos los dispositivos actúan como uno solo, combinando las virtudes del Pre-Crash con las del sistema VDIM, que integra frenos, controles de tracción y estabilidad, suspensión y dirección. Así, en un apuro, además de actuar los controles dinámicos, los frenos se preparan para actuar cuanto antes, se aditiva la frenada de emergencia inteligente, la dirección aumenta su respuesta y la suspensión se endurece. Todo, para que el conductor pueda mejorar sus reacciones y evitar el impacto. Cuando éste se produzca, ya habrán actuado los cinturones y los reposacabezas y será la hora de la batería de airbags del coche. Un auténtico acorazado.

Con 5,03 metros de largo, 1,88 metros de ancho y 1,47 metros de alto, el LS 460 presenta una planta impactante. No es que sea más grande que antes, pero sí es un coche de gran envergadura en el que, además, se ve mucha chapa, mucha musculatura.
Esta presencia masiva del metal en la estética subraya un aspecto que pretende combinar la exclusividad, la fortaleza y cierta deportividad. En este sentido, el LS 460 está en la línea de los Lexus IS, pero estira mucho las formas y aumenta todos los volúmenes de forma considerable. El conjunto es bastante armonioso, con un cierto aire felino en el morro y una imagen muy contundente se mire por donde se mire. Hablan en Lexus de L-Finess, una suerte de filosofía estética que ha servido para desarrollar el coche. Sus diseñadores han trabajado en lo que denominan “simplicidad incisiva" y “elegancia intrigante". En palabras más llanas, buscar un aspecto que combine líneas limpias, aspecto agresivo y clase. A nuestro juicio, el resultado es bueno. No es tan clásico como un Jaguar, ni tan deportivo como un BMW, ni tampoco tiene el porte regio de un Mercedes, pero mezcla muy bien todos esos conceptos para mostrar un diseño moderno y atractivo, con personalidad propia.
Pero dentro del concepto L-Finess entran más apartados. Por ejemplo, se incluye aquí la compleja mezcla de ingeniería punta, trabajo artesano y alta tecnología con que se construye el coche, consiguiendo un acabado impecable en todos los sentidos. Como muestra de lo que tratamos de describir, un botón: una vez ensamblado el motor, un experto lo examina con un estetoscopio para detectar cualquier mínimo ruido que no esté dentro de lo esperado. Impresionante, ¿verdad?Pues si el mimo puesto en la mecánica sorprende, qué decir del cuidado extremo puesto en la confección del interior. La verdad es que, para no alargarnos con descripciones demasiado suntuosas, lo resumiremos con pocas palabras: el habitáculo roza la perfección. Todo es magnífico: materiales, diseño, acabado… Todo está impregnado de un ánimo por hacer las cosas bien que es palpable en las costuras del cuero, en el milimétrico encaje de paneles y superficies, en el tacto de cada mando… Qué lástima que el maletero, con 510 litros de capacidad, desmerezca al conjunto quedándose por detrás de lo que ofrecen los rivales (la opción de llevar nevera todavía acorta más la capacidad). Y es que, de no ser por esa falla, importante a estos niveles, el LS 460 sería tan epatante como sus enemigos europeos en cuestión de habitabilidad, confort y lujo.
Incluso gana a muchos de ellos en el exquisito trato que reciben los pasajeros de las plazas traseras, que disponen de asientos reclinables eléctricos, salidas de ventilación propias y, en algunos acabados, reposabrazos central con mandos para el equipo de sonido, la climatización, los asientos y el equipo de reproducción de DVD… Eso sí, el asiento trasero es más bien para dos personas, pues la plaza central no es tan acogedora como las de los laterales. ¿Pegas? Pues, la verdad, aparte de que el maletero es pequeño, poco más se puede criticar. Si acaso, la profusión de botones que se aprecia en el salpicadero… Hay demasiados mandos, lo que, al principio, resulta un poco mareante. Quizá habría sido mejor agruparlos al estilo de los mandos centralizados de BMW o Audi… Cuestión de gustos.Para España, Lexus venderá el LS 460 en cinco acabados diferentes, todos de gran nivel. El más “básico" cuesta 88.000 euros y se denomina Premium. De serie, llevará una dotación mecánica formada por llantas de 18 pulgadas, iluminación activa inteligente, faros bixenón, suspensión variable adaptativa VAS, asistente a la frenada de emergencia (BAS), control de tracción, control de estabilidad avanzado VDIM, dirección de asistencia y desmultiplicación variables y ayuda para el cierre de puertas y maletero. En el capítulo de seguridad habrá de partida airbags delanteros de dos etapas, airbags de cortina, de rodillas y laterales, además de reposacabezas activos eléctricos en los asientos delanteros. Pero esto no es todo, porque, entre otras muchísimas cosas, la dotación de confort mínima dispondrá de climatizador de cuatro zonas, equipo de sonido con cargador de diez discos, asientos eléctricos con diez puntos de ajuste memorizables, tapicería de cuero, ordenador de a bordo con pantalla táctil en color y ocho pulgadas, navegador, comunicaciones por Bluetooth, órdenes por voz y asistente de aparcamiento.Sobre todo esto, el acabado Executive añade llantas de 19 pulgadas, techo solar, asistente de aparcamiento inteligente con sensores, arranque y apertura sin llave (con la tarjeta más delgada del mercado), volante de madera y piel calefactado y cierre eléctrico del maletero.Un escalón más arriba se sitúa el Luxury, que incluye ya equipo de sonido Mark Levinsson, un impresionante conjunto que cuenta con 19 altavoces y una potencia de 450 wattios.
Además, en este nivel se incluye ya el sistema Pre-Crash de detección y prevención de colisiones, si bien sólo en su primera generación, que se compone, básicamente, de control de velocidad de crucero activo combinado con un radar de proximidad de vehículos u objetos y las correspondientes acciones sobre cinturones de seguridad, avisadores acústicos y visuales y frenos.

En el acabado Ambassador, aparecen ya el aire acondicionado y la regulación eléctrica para las butacas traseras, además de la climatización dual de esa zona del coche, la consola de control en el reposabrazos central trasero, la nevera y la posibilidad de montar tapicería en Alcantara, una opción que obliga a instalar también el techo solar. Por último, quien elija el exclusivo acabado President se llevará también el equipo multimedia con pantalla LCD de 9 pulgadas y mando a distancia, un magnífico dispositivo que permite reproducir vídeo en DVD con altísima calidad.

Lexus explica que cualquiera de los elementos que integran los diferentes acabados son intercambiables y no es obligatorio tomarlos todos. Así, las posibilidades de personalización son enormes.

Tabla de precios básicos
Lexus LS 460 Premium
88.000 euros.
Lexus LS 460 Executive
94.200 euros.
Lexus LS 460 Luxury
100.200 euros.
Lexus LS 460 Ambassador
106.500 euros.
Lexus LS 460 Presidente
112.000 euros.

Lamentablemente, para España se queda fuera la segunda generación del Pre-Crash por culpa de las líneas que delimitan nuestras carreteras. ¿Extraño? Bueno, sí, pero es que todo este sistema avanzado de prevención de accidentes funciona sobre la base de una cámara de infrarrojos que lee las rayas de la carretera. Por una mala combinación de colores y contrastes, las carreteras españolas se niegan a ser leídas, con lo que Lexus España no puede, por ahora, contar con este Advanced Pre-Crash. Lo mismo sucede en Irlanda.

Y es que esta segunda generación del sistema combina varios elementos. El principal es la cámara que controla las líneas, pero, además, hay un sensor que vigila la cara del conductor, un radar trasero y el radar delantero que ya utilizaba la generación anterior del mecanismo.
La unión de todos los elementos permite que el coche se relacione con su entorno. Así, el ordenador sabe a qué distancia están los objetos que nos rodean, decidiendo si la velocidad y la trayectoria que llevamos pueden suponer algún peligro. Esto se traduce, por ejemplo, en el sistema de mantenimiento de carril que, además de avisarnos de que perdemos la trayectoria correcta, imprime una leve fuerza al volante para corregir la dirección.
Además, se ha instalado un sofisticado control de atención del conductor. Un escáner toma una imagen de la cara y busca continuamente desviaciones de la mirada. Si detecta que miramos hacia otro lado y que, al tiempo, se acerca un obstáculo, nos avisará con un sonido.

El radar trasero funciona también detectando que se acerca algo y, si el sistema decide que la colisión es inminente, prepara los cinturones de seguridad y acerca los reposacabezas de los asientos, siempre en la parte delantera.

Cuando se declara la situación de emergencia, todos los dispositivos actúan como uno solo, combinando las virtudes del Pre-Crash con las del sistema VDIM, que integra frenos, controles de tracción y estabilidad, suspensión y dirección. Así, en un apuro, además de actuar los controles dinámicos, los frenos se preparan para actuar cuanto antes, se aditiva la frenada de emergencia inteligente, la dirección aumenta su respuesta y la suspensión se endurece. Todo, para que el conductor pueda mejorar sus reacciones y evitar el impacto. Cuando éste se produzca, ya habrán actuado los cinturones y los reposacabezas y será la hora de la batería de airbags del coche. Un auténtico acorazado.