Lear empieza a desmantelar la fábrica de Cervera

La rúbrica ya está puesta: la dirección de la multinacional Lear y los representantes de los trabajadores han firmado el cierre de la planta leridana de Cervera. Atrás quedan manifestaciones, paros, denuncias y protestas: 925 empleados serán despedidos.

Desde febrero, cada día, Lear ha protagonizado multitud de titulares: los trabajadores manifestándose ante la Generalitat, los hijos de Pujol implicados en el cierre, la multinacional denunciada por despido improcedente... Ayer, 21 de mayo, se firmó lo que, desde el principio, se ha presentado como inevitable: el cierre de la factoría de Cervera.

Con esta decisión, 925 empleados serán despedidos - 98 de ellos saldrán a la calle el próximo mes de junio - y los terrenos serán vendidos por seis millones de euros. El expediente de regulación de empleo (refrendado por el 89 por ciento de los empleados) fija una indemnización de 60 días por año trabajado, 15 más de lo que ofrecía Lear y 25 menos de los exigidos por los trabajadores.

Ahora, la multinacional con sede en Michigan (EE.UU.) podría fijar su política de reajustes en otras de sus plantas españolas. Según Comisiones Obreras, el peligro del cierre se traslada a otras empresas del grupo situadas en Epila (Zaragoza) y Logroño.

La industria auxiliar atraviesa momentos difíciles en nuestro país, sobre todo la del cableado. El sindicato UGT asegura que en los dos últimos años otras multinacionales con actividades de cableado en España han clausurado cuatro plantas y eliminado cerca de 3.500 empleos en el sector. Casi todas estas compañías han preferido trasladar la producción a Polonia.