Las maniobras bruscas provocan retenciones

El RACC ha destacado que “el uso excesivo del carril izquierdo y los adelantamientos bruscos en las vías de alta capacidad provocan una drástica reducción de la velocidad de todos los vehículos que están circulando por éstas".

Las maniobras bruscas provocan retenciones
Las maniobras bruscas provocan retenciones

El RACC, Real Automóvil Club de Cataluña, ha presentado hoy un estudio sobre el uso de los diferentes carriles en las autopistas o autovías y sobre cómo las maniobras bruscas o frenazos crean una determinada congestión vial. El estudio ha consistido en simular por ordenador el comportamiento de los conductores al volante en las vías de alta capacidad a partir de la toma de datos reales. Para ello, se han analizado, durante 15 días, distintas vías interurbanas metropolitanas de 3 carriles, en un intervalo de 8,5 kilómetros y con un volumen medio de 79.500 vehículos por día. Se establecieron tres posibles situaciones:
-Escenario habitual: los conductores circulan por el carril central cuando hay poca congestión de tráfico y por el carril izquierdo, con cambios bruscos de carril, a medida que sube la intensidad. Los adelantamientos provocan cambios constantes en el ritmo de la velocidad y, por esto, se genera una mayor congestión.
-Escenario según la normativa legal: los conductores circulan por el carril derecho cuando no están efectuando los adelantamientos.
-Escenario de circunvalación urbana: los conductores circulan en paralelo por cualquier carril, las velocidades son más uniformes y el usuario adelanta tanto por la derecha como por la izquierda.La principal conclusión de este estudio demuestra que el excesivo uso del carril izquierdo en autopistas o autovías no optimiza la capacidad real de la vía. Si se utilizaran los carriles de forma equitativa, los conductores se podrían beneficiar de un ahorro de hasta 11 minutos por cada 100 km recorridos en el tiempo de llegada. Además, se facilitaría la salida de 425 vehículos más por hora y se mejoraría la seguridad vial con una conducción más pausada.Extrapolando estos datos a la operación salida de vacaciones en la ciudad de Madrid (con 12 vías de salida), 4.600 vehículos más por hora podrían salir de la capital si los conductores no abusaran de estas maniobras imprudentes. Una de las principales consecuencias en los adelantamientos bruscos son las congestiones que se generan por las diferentes velocidades de los vehículos, que rompen el flujo constante y homogéneo de la vía. Esto se conoce con el nombre de “efecto acordeón", es decir, cuando un coche adelanta y frena, provoca un efecto de ralentización en ese carril, que puede repercutir varios kilómetros más atrás.Por tanto, un cambio en los hábitos en la conducción (evitar los eslálones bruscos en los adelantamientos) equivaldría a mejorar la eficacia de la vía en cuanto a la capacidad de absorción de los vehículos y también a un ahorro del tiempo de viaje.- Evitar adelantamientos bruscos y cambios de carril innecesarios.
- Mantener el flujo constante de vehículos.
- Evitar el eslalon entre vehículos, ya que representa un gran peligro para el resto de conductores y no se reduce el tiempo de llegada al destino.
- No usar el carril derecho en las vías de tres carriles; no optimiza la capacidad de la vía. - Potenciar la conducción homogénea en las grandes ciudades.
- Restringir la entrada de vehículos pesados en las operaciones salida y retorno.
- Aplicar sistemas de señalización de velocidad variable. - Equipar todas las autopistas y autovías con tres carriles y no sólo dos.
- Evitar instalar los peajes en mitad de las vías, ya que es más efectivo situarlos en los accesos de entrada y salida.

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