La UE comienza a juzgar el sistema de concesionarios exclusivos

Los fabricantes automovilísticos defenderán hoy en el Parlamento Europeo el sistema de distribución mediante concesionarios exclusivos, vigente desde 1985. Esta excepción a las normas de competencia caduca el 1 de septiembre de 2002 y la Comisión Europea está considerando la posibilidad de que el sector se enfrente al libre mercado.

El Parlamento Europeo celebrará hoy una audiencia pública para juzgar el sistema de distribución y venta de vehículos a través de concesionarios de marca exclusiva. Este método perjudica a los consumidores con precios elevados artificialmente y limita la competencia entre intermediarios, proveedores de piezas de repuesto y servicio posventa, además de permitir que los fabricantes ajusten la oferta y la demanda en función de sus propios intereses.

La Comisión Europea ya ha acusado a las marcas de no aplicar la regulación actual de manera adecuada, a pesar de que ésta es "muy generosa con este sector", según ha asegurado repetidas veces Mario Monti, comisario de Competencia.

Monti presentará antes de fin de año su borrador de veredicto sobre la posible extensión del reglamento actual, que fue renovado en 1995 por un plazo de 7 años. Aunque la opción que se perfila como la más probable es un período transitorio que mitigue el impacto en los propietarios de los concesionarios (que realizaron inversiones con la condición de que disfrutarían de la exclusividad en la distribución), se barajan otras dos posibilidades: la suspensión drástica del sistema o la renovación del reglamento.

Por su parte, la Oficina Europea de Organizaciones de Consumidores abogará por la cancelación de las normas vigentes, argumentando que, 10 años después de la creación del mercado único, los ciudadanos que se trasladan a otro país para adquirir un vehículo nuevo a mejor precio deben superar tal cantidad de obstáculos que la experiencia resulta "penosa".

Además, la Dirección General de Competencia demostrará que las quejas de los consumidores no son infundadas, amparándose en las multas de 14.974 y 7.154 millones de pesetas que les fueron impuestas a Volkswagen y Opel, respectivamente, y en el estudio semestral comparativo que realiza la Comisión, el cual muestra que hay diferencias de más del 20 por ciento en el precio de venta de algunos modelos, dependiendo del Estado miembro donde se comercialicen.

El consejero delegado de Peugeot-Citroën, Jean-Martin Folz, hablará hoy en nombre del resto de los fabricantes. Su defensa se basará en las condiciones especiales que, según ellos, exige la distribución de un automóvil, debido a la complejidad del producto y a la importancia del servicio postventa. Las marcas se apoyarán en los estudios encargados a dos consultoras, cuyas conclusiones señalan que la desaparición de los concesionarios iría en detrimento de la competencia en el sector.