La M-501 ya está adjudicada

Las obras de duplicación de la M-501, la Carretera de los Pantanos, ya están en marcha. El Gobierno de la Comunidad de Madrid acaba de adjudicar el proyecto, en el que se invertirán 44 millones de euros.

La alta siniestralidad registrada en la Carretera de los Pantanos ha llevado a la Comunidad de Madrid a licitar y adjudicar las obras de ampliación de la misma. Sin embargo, este proceso no ha sido sencillo, los grupos ecologistas, e incluso el Ministerio de Medio Ambiente, se han opuesto en numerosas ocasiones.

De hecho, a comienzos de esta misma semana, la aparición de unos excrementos de animal –al parecer de una especie protegida, el lince ibérico- puso en peligro el comienzo de las obras. Superado el último escollo, (la presidente del Ejecutivo madrileño aseguró que no se restos de tal animal), la Comunidad de Madrid ha adjudicado el proyecto, que busca la reducción de la siniestralidad en esta vía y que cuenta con el apoyo de todos los Ayuntamientos por los que transcurre dicha vía.

Las obras consisten en un desdoblamiento de 18 km de longitud entre las localidades de Quijorna y Navas del Rey que costará 44 millones de euros. Los trabajos empezarán el mes próximo y se calcula que finalicen en un año y medio. No todo el montante económico se destinará a las carreteras, 13 millones de euros se invertirán en un plan de integración y recuperación del medio ambiente, una de las peticiones de los ecologistas. Pese a que el trazado de la vía discurre por una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), no hace falta hacer declaración de impacto medioambiental, porque la Comunidad de Madrid la clasificó de interés general el pasado julio.

Mientras, en la capital, la situación creada por la última ampliación del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) empeora. El alcalde de la capital convocó una reunión con los vecinos de los barrios afectados y con representantes de diferentes asociaciones madrileñas para tratar el problema. Pues bien, los vecinos plantaron al primer edil, argumentando que Gallardón no quiere negociar la retirada de los parquímetros, sino sólo un cambio del porcentaje de plazas de visitantes y de residentes.