La industria del automóvil se desplaza al Este

Dentro de tan sólo cuatro meses, un total de 10 países del este del Viejo Continente se incorporarán a la Unión Europea, una circunstancia que tiene totalmente atemorizados a los fabricantes españoles de automóviles. Las plantas sospechan que los principales grupos del sector trasladarán su producción tarde o temprano a estas regiones, que ofrecen un mayor atractivo industrial. La marca japonesa Nissan ya ha empezado a avisar…

El temor de las factorías españolas está, desde luego, justificado. En estos momentos, todas las firmas automovilísticas instaladas en nuestro país cuentan ya con una o más plantas en Europa del Este, que técnicamente podrían producir los modelos fabricados en España. Esta situación, según opina el consultor de Roland Berger José Antonio Bueno, provocará que “el cierre de centros se materialice en nuestro país en apenas 5 ó 10 años". Las fábricas españolas sospechan, por tanto, que la buena situación que atraviesan en estos momentos se puede truncar en un breve período de tiempo. En 2002, por ejemplo, nuestro sector empleó directa e indirectamente al 11 por ciento de la población activa española. En 2003, España registró su segundo año de mayor actividad productiva, con más de 3 millones de vehículos fabricados.Los últimos movimientos empresariales, sin embargo, muestran una dinámica totalmente distinta para nuestra industria. El primer gran aviso lo recibió Martorell en el año 2002, cuando, ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con los trabajadores de la planta catalana de Seat, Volkswagen trasladó parte de la producción del Ibiza, su modelo estrella, a Bratislava (Eslovaquia).Desde entonces, muchas firmas han seguido conductas similares. Fabricantes de componentes como Valeo, Lear o Delphi, por ejemplo, han cerrado varios centros en España, mientras que Nissan anunció en verano el fin de la producción en su planta de Madrid y ahora amenaza con despedir a cerca de 600 trabajadores en Barcelona para reducir costes. España, sin embargo, no se encuentra en la peor situación. Medido en dólares, el coste de la mano de obra por hora trabajada en nuestro país es inferior a la mitad de la más cara de Europa, Alemania. Por esta razón, compañías como Ford o General Motors han realizado ya severas reestructuraciones en instalaciones de muchos países del continente. Ni Figueruelas, ni Almusafes se han visto afectadas por ahora, aunque -como anuncia Mike Burns, presidente de GM- “nunca se puede decir nunca jamás, ya que si una hora de trabajo cuesta en España 16 dólares, en Eslovenia, por ejemplo, cuesta seis".Los países del este de Europa representan un apetitoso mercado para las principales compañías automovilísticas no sólo por su barata mano de obra, sino también por el número potencial de compradores. Los 10 estados que se integrarán en la UE suman más de 75 millones de habitantes. La nueva situación política podría mejorar en gran medida la economía de estas regiones, por lo que sus antiguos parques de automóviles, sin duda, se renovarían.