La industria automovilística invierte en Europa del Este

Mano de obra barata, personal cualificado y Gobiernos dispuestos a otorgar las ayudas necesarias son los factores que están provocando que las compañías automovilísticas concentren sus nuevas inversiones en los países de Europa Oriental.

La industria automovilística invierte en Europa del Este
La industria automovilística invierte en Europa del Este

El reciente cierre de Lear en Cervera (Lleida), con el fin de trasladar a Polonia su negocio de cableado de vehículos, ha supuesto un nuevo toque de atención para España -tercer país europeo en producción de coches-, que está encontrando una dura competencia en los estados de la Europa Oriental, beneficiarios de la mayoría de las nuevas inversiones que las firmas automovilísticas realizan en la construcción de instalaciones.

Juan Antonio de Sevilla, presidente de Renault en nuestro país, ha afirmado que "Europa Occidental está descartada para la creación de nuevas industrias. Cualquier estudio se realiza sobre plantas virtuales en Europa del Este", ha añadido.

De hecho, las regiones españolas que, actualmente, reciben ayudas como Objetivo 1 van a dejar de beneficiarse de ellas. Las causas de la falta de interés por España que ha aparecido en la industria automovilística son las condiciones que ofrecen países como Polonia o la República Checa: costes bajos y una situación geográfica cercana a los mercados centrales del continente.

Los sueldos en estas naciones representan el 50 por ciento de los españoles. Además, "un 40 por ciento de lo que se exporta en España puede servirse mejor desde la Europa Oriental", según ha afirmado Pedro Nueno, de la consultora Roland Berger, al periódico económico Cinco Días.

A estas condiciones se añaden un personal de alta cualificación y las ayudas que los Gobiernos del Este están dispuestos a ofrecer antes de que la incorporación a la Unión Europea, prevista para 2004, las someta a la vigilancia de Bruselas. Teniendo en cuenta estos elementos, no es de extrañar que Peugeot, Citroën y Toyota hayan elegido la ciudad checa de Kolin (a una hora de Praga y tres de Berlín por autovía) para construir una fábrica que creará 13.000 empleos y producirá 300.000 coches anuales desde 2005.

Salarios y logística, puntos débiles de España
El salario medio en la industria checa es de 450 euros al mes, mientras que, según el INE, en España supera los 1.500 euros. El presidente de Renault en nuestro país ha señalado que los sueldos españoles aún son competitivos respecto a la Europa más rica, pero no compensan los costes logísticos (transporte de piezas y transporte de coches terminados a las regiones centrales del continente), ya que éstos suponen unos 420 euros por unidad, el 6 por ciento del precio del vehículo.

Fernández de Sevilla opina que las factorías españolas siguen estando entre las mejores del continente, pero ha admitido que competir por la ubicación en nuestro país de nuevas instalaciones "es difícil". Bernd Pischetsrieder, ex-presidente de Seat y actual responsable de Volkswagen, aseguró hace un año que si tuviera que elegir un lugar para su nueva fábrica en Europa, no sería España.

A pesar de esta situación, ninguna planta española de montaje de vehículos está amenazada de cierre, ya que la continuidad de las inversiones garantizan, por el momento, su futuro. Sin embargo, la competencia del Este se hace evidente en la industria auxiliar: Lear tramita más de 900 despidos en Lleida, pues la compañía se lleva a Polonia el negocio de cableado. Este país también es el destino de Eaton Livia, que trasladará a una factoría polaca la cuarta parte de la producción de válvulas para motores que se hace en Montornés del Vallés (Barcelona).