Estos nuevos centros, en palabras de Acebes, se unen a los centros territoriales ya existentes y están destinados a ofrecer una información más rápida, ágil y pormenorizada de la situación de las carreteras. La inversión necesaria para hacer frente a este proyecto es de 60 millones de euros (10.000 millones de pesetas).
Diciembre será la fecha en la que se adjudiquen las primeras obras para la construcción de los centros locales que estarán Albacete y Cantabria. A partir de febrero del próximo año, se licitarán las actuaciones en Bailén (Jaén), Burgos y Tordesillas (Valladolid).
Estos centros informarán de forma pormenorizada de aspectos como lugares de riesgo (ya sea por la meteorología, el tráfico u otra circunstancia), itinerarios alternativos o aquellos elementos que puedan influir a la conducción. La creación de los citados centros locales viene unido a la implantación de un mayor número de paneles informativos en las vías españolas.
Acebes también ha indicado que se va a diseñar un plan para la educación de los usuarios del automóvil, con especial atención para aquellos que van a obtener el carné de conducir.
Menos muertos en 2002
Al mismo tiempo, la Dirección General de Tráfico ha hecho públicas las cifras de fallecidos en lo que va de año en las carreteras españolas, que han sido un 2,5 por ciento inferiores a las del año pasado.
Un total de 2.791 personas han fallecido entre el 1 de enero y el 8 de septiembre siendo agosto, con 437 muertos, el mes más trágico, seguido de julio, con 382, mientras que abril fue el mes más bajo con 263.
La DGT también ha señalado que en los últimos diez años la accidentalidad durante los meses de julio y agosto se ha reducido un 18 por ciento y las víctimas mortales, un 10 por ciento. En este 2002, el número de fallecidos en estos dos meses de verano ha sido de 818 (un 5,5 por ciento menos que en 2001) siendo la distracción de los conductores y una velocidad inadecuada las principales razones de los mismos.
Por Comunidades Autónomas, el número de accidentes y fallecidos ha descendido de forma notable en La Rioja y ha aumentado de forma tangible en Cantabria.