El director de diseño de Jaguar, Ian Callum, ha vuelto a dirigir a su equipo para esbozar la tendencia estilística de los próximos vehículos de la compañía. Basándose en el espíritu de los primeros deportivos de la marca británica y en las líneas estéticas de los XK, el reputado diseñador acaba de concluir la imagen del prototipo C-XF, una berlina de cuatro plazas “moderna y vanguardista" que anticipa la evolución que seguirán los Jaguar más deportivos. “Pureza, dinamismo, potencia contenida, equilibrio y modernidad", esos han sido los cinco pilares sobre los que Callum ha edificado la figura del prototipo, de tal modo, que, respetando la imagen básica de una berlina de tres volúmenes, el C-XF ofrece un perfil sumamente deportivo, por otra parte, algo que todo el mundo espera de un Jaguar. El primer rasgo estético característico del C-XF es su parrilla en cromo negro, que se integra en la carrocería cortando abruptamente el alargado y musculoso morro. Ubicada, prácticamente, en un ángulo recto con el capó, su imagen recuerda a la de la toma de aire de una turbina de avión. A ambos lados se despliegan los grupos ópticos, que adoptan una forma de cuña delgada y angulosa. La combinación de estos dos elementos proporciona sensación de potencia y agresividad.La segunda nota distintiva del C-XF la encontramos en su perfil. El lateral está dominado por una línea resaltada que da límite al capó y continúa, justo por debajo de la ventanilla, hasta la parte trasera. Corriendo paralela, una segunda línea abultada comunica la característica toma de aire de los deportivos Jaguar con el paso de rueda trasero. Esta forma de remarcar el lateral deportivo demuestra que, a veces, la sencillez es la mejor forma de conseguir los objetivos. La potencia y agresividad del modelo vuelven a quedar de manifiesto con las amplias superficies de los paneles laterales de la carrocería, que sustentan un habitáculo de techo bajo y redondeado, propio de un coupé.Por último, de los pilares C (los traseros) surge un resalte semicircular que comunica el capó con la zaga, contribuye a integrar los paneles de la carrocería con la boca del maletero y acentúa la imagen afilada del prototipo. La parte trasera se muestra amplia y poderosa, no sólo, nuevamente, por el gran tamaño de los paneles, también por el enorme difusor trasero.La sencillez vuelve a quedar patente con la elección de una única pintura exterior, plateada, que combina con detalles en cromo o aluminio y con el uso de una cerámica blanca en las tomas de aire laterales y los tubos de escape. “Uno de los interiores más apasionantes jamás creados antes por Jaguar" . Así, define Ian Callum el habitáculo del C-XF. También destaca el hecho de haber apostado por un interior armónico en todos los sentidos (imagen, funcionalidad, habitabilidad) antes que por el lujo superfluo. Así, los asientos de piel son ligeros y envolventes; además, cuentan con una zona lumbar sumamente acolchada. Para las dos plazas traseras, Jaguar opta por banquetas individuales. El túnel de transmisión se ubica entre los cuatro asientos proporcionando un ambiente futurista. Nuevamente, la simplicidad cromática anima la sensación visual que desprende el habitáculo. Un solo tono, el negro, aderezado por un salpicadero de aluminio, que alberga una profusión de elementos gráficos y mandos para manejar el elenco de tecnologías innovadoras con el que va dotado, domina en el interior. Detalles de acabado en piel y madera, fabricados con las últimas técnicas en diseño se alternan para completar la imagen general de un habitáculo sofisticado, pero sin caer en inútiles alardes.No sólo el C-XF es un anticipo de la futura imagen de la compañía, también es un compendio de las últimas soluciones tecnológicas de ayuda a la conducción salidas de los laboratorios de Jaguar. Las palabras de Callum nos vuelven a poner en situación: “el C-XF es un escaparate de tecnología innovadora, que se expresará de un modo u otro en la próxima generación de automóviles Jaguar".El más destacable de estos elementos vanguardistas es la secuencia de arranque. Una vez que el conductor se sienta, un botón de encendido rojo, ubicado en la consola central, comienza a parpadear simulando las “pulsaciones" del coche. Se pulsa el citado botón y aparece, en el puente central, bajo una hélice de anillos de aluminio, el nuevo selector circular de marchas JaguarDrive. A continuación, un aro de luz azul comienza a parpadear en el centro del panel de instrumentos y se prolonga por todos los lados del habitáculo, también por las plazas traseras. En ese momento, el parpadeo se convierte en un haz de luz azul continua que ilumina todo el interior. En el exterior, de la parrilla surge otra fuente lumínica azul. Es el momento en el que el motor entra en actividad. Junto al JaguarDrive, el C-XF utiliza una segunda tecnología auténticamente innovadora: el JaguarSense. Consiste en un sistema de cuatro sensores ocultos en los paneles laterales que detectan el movimiento de la mano de los pasajeros cuando van a abrir las puertas. En este momento, surgen los tiradores que, hasta el momento, se mantenían ocultos. Un sensor adicional, colocado en el salpicadero, hace aparecer, al percibir la cercanía de la mano del conductor o del pasajero, una pantalla TFT de 7 pulgadas, desarrollada por Alpine. Dividida en dos partes, puede proyectar dos sistemas distintos (audio, navegador, ordenador de a bordo, climatizador, etc.) simultáneamente o, lo que es lo mismo, puede ser manejada por conductor y acompañante sin que las intenciones de uno interfieran con las del otro. Jaguar ha bautizado este sistema como DualView.El volante incluye levas de cambio y, por detrás de él, se encuentra un tablero de instrumentos inspirado en la cabina de una aeronave con unos indicadores activos. Por ejemplo, si el conductor escoge el modo de conducción Dynamic, para potenciar las capacidades deportivas del modelo, el cuentarrevoluciones emerge como lo haría el zoom de una cámara.Para mover este ingenio rodante, Jaguar ha recurrido al archiconocido 4,2 litros de 8 cilindros en V, el mismo que hemos visto en la saga XK. Al igual que en la versión R, un sobrealimentador Eaton, una modificación en el reglaje de las válvulas, un sistema de alimentación electrónico sin retorno de combustible y un catalizador de escape de tres vías han permitido a este propulsor rendir más de 420 CV de potencia y 50 mkg de par máximo. Como informamos en su momento, en el XK-R, la característica más destacada de este propulsor es su capacidad para entregar gran parte del par máximo desde muy bajas revoluciones.
Respecto al propulsor que anima al XK-R, esta variante cuenta con una importante novedad. Para empezar, un sistema de cableado de fibra de carbono en forma de tela de araña, sujetado por un manguito de ese mismo material. El sistema, denominado WIC y que ni siquiera se aplica en Fórmula 1, cumple un doble propósito: visual –es más atractivo- y funcional –pesa manos y no dificulta cualquier actuación sobre la mecánica.