Muy parecida es la última convocatoria anunciada por Peugeot. La marca francesa ha desarrollado también un concurso abierto de diseño para reflexionar sobre su futuro. La iniciativa lleva por nombre “Diseñe su Peugeot retrofuturista" y premiará al ganador con la exhibición de su maqueta en el próximo Salón del Automóvil de Ginebra, en marzo de 2005, y con el desarrollo de un modelo a escala real para el Salón de Frankfurt, en septiembre de ese mismo año.Algo más original es el concurso que Volkswagen convocó durante el pasado mes de mayo. En esta ocasión, se trataba de fotografiar escenas que representasen el verdadero “espíritu Golf", en una iniciativa que desbordó todas las previsiones de la organización. La marca alemana recibió en total más de 3.700 instantáneas, entre las que eligió 11 ganadores. La elección fue, como puede imaginarse, una ardua tarea. Aunque los concursos de diseño son los que proliferan en la industria, también hay quien decide dar una oportunidad a otro tipo de creadores. La poderosa Merecedes-Benz, por ejemplo, colabora con la asociación COMFORP (Compromiso con la Formación Profesional) en la convocatoria de un interesante certamen en el que los estudiantes deben presentar proyectos tanto en la especialidad de carrocería como en la de electromecánica. El ganador obtiene automáticamente una oferta de empleo en alguna de las empresas patrocinadoras.Fiat, por su parte, elabora también un concurso por equipos en el que reta a los estudiantes de formación profesional a realizar trabajos creativos sobre un amplio abanico de materias. Los doce alumnos con mejor evaluación tienen la posibilidad de viajar durante unos días a una fábrica del Grupo Fiat en Italia.Éstas son sólo algunas de las convocatorias más significativas que ofrece la industria. Con ellas, las marcas presumen de dar oportunidades a los españoles más creativos e ingeniosos. Sin embargo, tras estos concursos, seguirán existiendo decenas de esforzados inventores que no se cansarán de reclamar más atención a lo que consideran grandes proyectos. Probablemente, ninguno de ellos revolucionará la industria automovilística, pero vale la pena un mínimo interés. Y es que muchos trabajan sin descanso para que todos circulemos más cómodos y, sobre todo, más seguros. Va desde aquí nuestro pequeño homenaje.Nuestros inventores tienen razón cuando aseguran que los principales fabricantes de la industria ya no confían en ellos. Las marcas disponen en la actualidad de departamentos para la Investigación y el Desarrollo (I D), desde donde estudian todo tipo de aspectos relacionados con la aerodinámica, la potencia y la seguridad de los vehículos. Estas firmas, no obstante, han encontrado ahora una nueva fórmula para premiar la creatividad de los españoles más ingeniosos: la convocatoria de concursos para la búsqueda de jóvenes talentos.Este tipo de certámenes, eso sí, no actúa sobre cualquier ámbito de la industria del automóvil. Sus líneas de trabajo están generalmente centradas en el plano del diseño: interesan imágenes modernas y nuevas ideas estéticas. En este sentido, una de las convocatorias más importantes del año la ha lanzado Audi en colaboración con la prestigiosa escuela norteamericana Art Center College of Design. Bajo el título “Audi 2010, el futuro de la berlina", la marca alemana ha llevado a cabo un proyecto en el que más de 20 estudiantes han desarrollado conceptos de diseño y márketing para los automóviles de la próxima década. “El objetivo de nuestros programas es dar oportunidades a todos los jóvenes para que apliquen su creatividad dentro de unos parámetros claramente definidos, tal como deberán hacerlo en su futura vida laboral", asegura Hans Berger, director de Estrategia de Audi AG. El nombre del ganador de la edición 2004 corrobora estas palabras y muestra el carácter multicultural de la propuesta: se llama Dong Park, es coreano y, según Audi, es quien mejor “ha combinado el carácter deportivo de la marca con las necesidades de espacio interior de los clientes de una berlina".
Inventores por vocación
Luces que no se funden, parasoles para neumáticos, elevadores para dobles aparcamientos… Los inventores españoles no descansan. En una industria cada vez más automatizada, todavía hoy sobreviven imaginativos creadores. No son famosos ingenieros, ni contrastados diseñadores, pero sueñan con formar parte algún día de la gran historia del automóvil. Ilusión no les falta.
