El Gobierno surcoreano está decidido a soltar la patata caliente en que se ha convertido Daewoo como sea. Por el momento, el único interesado en la compra de Daewoo Motor Corporation es General Motors. Sin embargo, las negociaciones con GM se alargan y el fabricante norteamericano parece no estar del todo convencido.
De no llegarse a un acuerdo a finales de mes, porque GM dé marcha atrás o no esté dispuesto a pagar el precio solicitado por el Gobierno surcoreano, éste no descarta buscar una salida alternativa.
En informaciones publicadas en la edición de hoy en el diario coreano "Chosun IIbo" se cita a una persona sin identificar del Gobierno, según la cual, las riendas de Daewoo podrían acabar en manos de los directivos de Hyundai.
Según este diario, la supervivencia por cuenta propia de Daewoo se cifra en unos 1.560 millones de dólares. Por ello sería factible la llegada a un acuerdo con Hyundai. La situación deberá arreglarse antes de julio del presente año, momento en el que los acreedores de la marca coreana cerrarán el grifo y no seguirán financiando la compañía.
Hyundai, mientras, sigue presentando buenos resultados. Hoy comunicó que sus ventas ascienden a unos 14.200 millones de dólares. Su objetivo principal para el presente ejercicio pasa por incrementar su presencia en el mercado chino. En total, las ventas de Hyundai ascendieron el pasado año un 23 por ciento hasta llegar a las 1.513.773 unidades.
Recetas muy severas
Sea cual sea la salida del fabricante, el ajuste promete ser de órdago. Según las conclusiones de un informe elaborado por la consultora Arthur Andersen, Daewoo deberá reducir su capacidad de producción a la mitad. Además, deberá retirarse de los mercados indio y japonés, si quiere aumentar su capacidad de supervivencia.
En la actualidad, Daewoo fabrica algo más de un millón de vehículos y deberá reducir su número de unidades a 560.000 vehículos. Según este estudio, también deberá batirse en retirada en los mercados de turismos y berlinas así como dejar la fabricación de vehículos industriales. Daewoo se vería entonces reducida a la fabricación de coches de pequeña cilindrada.
Arthur Andersen también considera necesaria cerrar las instalaciones industriales de India y Polonia. A este respecto, la filial polaca de Daewoo rechazó hoy rotundamente las especulaciones surgidas sobre la posibilidad de que cierren sus factorías en este país.
El callejón polaco
La filial polaca salió esta mañana al paso de las declaraciones que hizo ayer el ministro surcoreano de Comercio e Industria, Shin Kuk Hwan, quien constató que Daewoo tendrá que cerrar sus factorías en Polonia, si General Motors no compra la compañía.
El presidente de Daewoo Poland, Sung Koog Yeo, aseguró a medios polacos que la reconversión realizada en las fábricas polacas tiene como objetivo su venta a un nuevo propietario y no el cierre. Daewoo tiene en Polonia dos grandes fábricas de vehículos, una de furgones en Lublín y otra más grande de turismos en Varsovia.
Sin embargo, uno de los principales problemas que podrían surgir en las relaciones entre Polonia y el consorcio surcoreano será el hecho de que Daewoo se comprometió en los convenios firmados a invertir 1.200 millones de dólares hasta el 2002, es decir, 480 millones más que los invertidos hasta ahora.
Los observadores señalan que es obvio que debido a la crítica situación de Daewoo, ésta incumplirá sus compromisos de inversión. La parte polaca contará con esta baza para presentar reivindicaciones contra el consorcio surcoreano, a no ser que se llegue a nuevos acuerdos adicionales que no podrán pasar por el cierre de las plantas placas.