Huelga de grúas: las consecuencias del conflicto

Impás de espera. En las próximas horas puede finalizar la huelga de grúas. Las partes implicadas acercan posturas, pero ya se vislumbran las consecuencias del paro: los talleres se preparan para una avalancha de reparaciones y las aseguradoras afrontarán indemnizaciones millonarias.

Huelga de grúas: las consecuencias del conflicto
Huelga de grúas: las consecuencias del conflicto

Los conductores han sido los “rehenes" involuntarios de la huelga de grúas y continuarán pagando al finalizar ésta. Hoy, aseguradoras y gruistas vuelven a negociar y sus posturas han cambiado: discuten bajo la sombra de uno de los más importantes éxodos vacacionales del año; además, las distintas administraciones también han tomado cartas en el asunto. En estos dos días de paro total, no ha habido incidentes graves, asegura la DGT, pero uno de cada tres vehículos que ha sufrido algún percance ha quedado en carretera. Los arcenes de algunas regiones parecen auténticos cementerios de vehículos. La DGT, el ministerio de Interior y distintas administraciones locales y autonómicas han puesto en marcha un plan de choque. Sin embargo, es poco probable que logren “limpiar" las vías en los próximos días, aunque, al final, el Ejército saque sus vehículos (medida que no parece demasiado viable). Si no hay acuerdo, las expectativas son muy pesimistas, pero, si al final se alcanza, el panorama no es mucho más alentador. Los números bailan, pero, como mínimo, ayer había 700 vehículos averiados o accidentados en los arcenes. Sólo en un día, pero el paro ya lleva en algunas regiones cerca de un mes. Los talleres empiezan a asustarse: tendrán que hacer frente a una auténtica avalancha de reparaciones. En algunas regiones, muchos talleres ya han abierto listas de espera. En el País Vasco –donde comenzó el conflicto-, algunos conductores que dejaron su coche tirado en la carretera a principios de agosto no podrán recuperarlo hasta octubre o “quizá noviembre", apuntan. Por eso, muchos talleres optan por enviar a sus técnicos directamente al lugar del siniestro. Muchas aseguradoras lo cubren, incluso contemplan desplazamientos en avión para arreglar las averías. Eso sí, los peritos de las aseguradoras tendrán que echar muchas horas extra: la picaresca también podría entrar en juego en esta huelga. Las aseguradoras no quieren que su imagen quede dañada en el conflicto. Por eso, la patronal del seguro –UNESPA- ha afirmado que “no pondrán pegas" en las reclamaciones, pero tendrán que revisar caso por caso. El cobro de las indemnizaciones se presenta como un proceso muy largo, aunque la Dirección General de Seguros (DSG) ha pedido a las empresas del ramo el “máximo esfuerzo para lograr que se cumplan los contratos firmados por los clientes".Y aquí surgen las dudas. El propio director de la DSG, Ricardo Lozano, ha reconocido que “no es lo mismo un seguro a todo riesgo que uno a terceros". ¿Qué ocurrirá con los coches saqueados por culpa de los paros? Las asociaciones de consumidores y de automovilistas ya han advertido que las aseguradoras se podrían poner “quisquillosas" con este tema. Y llega la gran pregunta: si se acepta la subida de tarifas que reclaman los gruistas, ¿afectará a los seguros que pagan los conductores? Según ya adelantamos en Autopista Online, muchos temen que, al final, terminen pactando precios entre ambos. “Entendemos, esperamos y deseamos que se pongan de acuerdo, pero advertimos de que, si existiera una concertación de precios, algo que no es posible y que podría perjudicar a los intereses de los automovilistas, presentaríamos una denuncia frente al Servicio de Defensa de la Competencia", ha asegurado el presidente de Automovilistas Europeos Asociados, Mario Arnaldo.