Hacienda impide reparar cuatro grandes autovías

El Ministerio de Hacienda ha echado el freno a la restauración y modernización de cuatro de las seis grandes autovías radiales que parten de Madrid, las N-I, N-II, N-III y N- IV. El Ministerio de Fomento estaba a punto de iniciar los trámites para las obras, pero Hacienda no aprueba el gasto previsto: 1.800 millones de euros, casi 300.000 millones de pesetas.

Hacienda impide reparar cuatro grandes autovías
Hacienda impide reparar cuatro grandes autovías

Fomento tiene desde 1999 un plan para modernizar y mejorar a fondo las autovías radiales de primera generación, concretamente las que van de Madrid a Irún, Barcelona, Valencia y Andalucía. Construidas hace décadas, estas carreteras acusan de forma notable el paso del tiempo, con lo que se ha hecho imperativo ponerlas al día y hacerlas más seguras.
El programa aprobado hace cuatro años preveía un gasto de 3.000 millones de euros, que, después, con la llegada de Francisco Álvarez Cascos a la cartera de Fomento, se quedaron en “sólo" 1.800 millones de euros.

En los últimos meses el proyecto parecía ultimado y se había pactado una modalidad de pago que se denomina “contrato de servicios de gestión". En este formato, Fomento adjudica las obras a una o varias empresas privadas que, a cambio del pago, reparan las vías y se hacen cargo de la conservación durante un periodo máximo de 20 años. Los pagos se harían a lo largo de ese periodo, con lo que la obra se financia a largo plazo. En principio, Hacienda estaba de acuerdo en hacer este desembolso, pero, a última hora, se ha echado atrás. Según el diario Cinco Días, que cita fuentes del Ministerio de Fomento, el frenazo se atribuye a las normas contables que impone la Unión Europea. Esta normativa obliga a contabilizar el gasto entero en el año de la adjudicación, aunque se hagan los pagos a lo largo de dos décadas.

Al parecer, para Hacienda, este apunte contable es demasiado grande y no lo autoriza, porque desequilibra las cuentas públicas y va contra los criterios de estabilidad impuestos por Bruselas.
Desde el Ministerio de Fomento se ha recordado a Hacienda que es muy difícil realizar una adjudicación tradicional de las obras por concesión normal, ya que son excesivamente caras y no habrá empresas que puedan asumirlas.

En Fomento hablan también de criterios políticos: no se cree conveniente un proyecto de restauración de infraestructuras hechas por otros gobiernos ahora que se acercan las elecciones.

Pese a esta negativa de Hacienda a financiar las reparaciones, Fomento sigue empeñado en sacarlas adelante. El ministerio de Álvarez Cascos es consciente del mal estado en que están las vías, con lo que luchará por repararlas.
Para ello, ya ha encargado un informe de cuáles son los tramos más dañados y prepara concursos de adjudicación para cada uno de ellos. Así, en lugar de obras integrales, se optará por un sistema más tradicional de trabajos concretos.

El estado de estas carreteras preocupa a los expertos, pues son antiguas y no cumplen con los niveles de calidad exigidos actualmente. El firme está muy degradado, la señalización vertical es deficiente y los trazados no están pensados para el tipo de tráfico que soportan en la actualidad.