Unos 12 kilómetros de retenciones en la frontera franco-española fue el balance de la protesta convocada por dos sindicatos de transportistas en la jornada de ayer, Día Internacional del Transporte por Carretera. Bajo el lema “La fatiga mata" un centenar de sindicalistas de Comisiones Obreras (CC.OO.) y de la Unión General de Trabajadores (UGT) se concentraron en la frontera franco-española en el paso de La Jonquera (Girona). Entre las reivindicaciones de este colectivo –en el que se incluyen transportistas y conductores de autocar- están la limitación de la semana laboral a 48 horas. Según fuentes del sector, ahora se hacen jornadas semanas de hasta 60 horas, con lo que la vida familiar de estas personas se ve seriamente perjudicada.
El corte realizado por los sindicalistas sólo ha afectado al carril derecho de la A-7, es decir, al que utilizan los transportistas y los autocares. También hubo retenciones, pero de menor intensidad en el paso de Irún. Y en otra frontera, en esta ocasión en la luso-española, se registraron unos 2 kilómetros de retenciones en Fuentes Oñoro (Salamanca). En este lugar, unos 250 piquetes informativos repartieron información a unos 3.000 camioneros informándoles de esta reivindicación. Según Ángel Sánchez, responsable de Acción Sindical de la Federación de Transporte de UGT de Castilla León, el año pasado perdieron la vida 42 profesionales del transporte en las carreteras de esta comunidad, lo que supone un nefasto incremento del 8,2 por ciento respecto a los datos recogidos en 2001.Coincidiendo con el Día Internacional de Transporte por Carretera, la Federación Nacional de Asociaciones de de Transporte de España (Fenadismer) ha traslado al Ministerio de Trabajo una petición. Se trata de la jubilación anticipada para los conductores profesionales. Según la Federación, otros sectores ya disfrutan de esta jubilación anticipada que aún no está disponible en este ámbito.
Para conseguir esta reivindicación es necesario que la Ley General de Seguridad Social reconozca al transporte por carretera como actividad penosa y peligrosa. Los datos hablan por sí mismos: durante el pasado año, los profesionales de la carretera fallecidos fueron casi 400, lo que supone una tasa de mortalidad 5 veces superior a la industria manufacturera y dos veces superior a la construcción.