Ford traslada el "escándalo Firestone" a Europa

Ford va a llamar a revisión cerca de 23.000 de sus modelos vendidos en Europa para sustituir sus cubiertas. El vehículo más afectado será el Explorer, que se ha vendido principalmente en Alemania y Reino Unido. En España, 3.300 Explorer deberán pasar por el taller.

Ford traslada el "escándalo Firestone" a Europa
Ford traslada el "escándalo Firestone" a Europa

El escándalo de los neumáticos de Firestone va a verse extendido al Viejo Continente. Ambas marcas habían llamado a revisar 6,5 millones de cubiertas Firestone montadas en el Ford Explorer en los Estados Unidos en agosto del año pasado. El defecto en los neumáticos supuestamente provoca un desgaste en la banda de rodadura que puede producir que se raje. Más de 170 personas han muerto en los Estados Unidos a causa de accidentes por este motivo.

, En menos de un mes los acontecimientos se han ido acelerando. El anuncio de Ford de proceder a sustituir 13 millones de neumáticos más de su modelo Explorer finiquitó la centenaria relación con Firestone y abrió una lucha sin cuartel entre ambas compañías. Estos acontecimientos habían sido contemplados hasta ahora desde la distancia por los poseedores europeos del todo terreno. Hasta ahora.
Ford va a sustituir los neumáticos de 23.000 de sus vehículos vendidos en Europa. Los países más afectados por esta llamada a revisión son el Reino Unido y Alemania. En conversación con Ford España, nos han confirmado que en nuestro país se van a poner en contacto con 3.300 dueños del Explorer para la sustitución gratuita de los neumáticos.
El Explorer es el modelo más perjudicado, ya que ceca del 60 por ciento de las unidades vendidas en el Viejo Continente en los últimos diez años deberá pasar por el taller. Algunas unidades del Expedition y del pick up Ranger también deberán ser revisadas.

Neumáticos más preparados en Europa
Por otra parte, se ha sabido que desde 1999 Ford ha montado en los Explorer europeos neumáticos Firestone preparados para velocidades mayores que las que permitían los modelos ATX y Wilderness AT, que son el centro de la polémica en los Estados Unidos.
Fuentes de Ford han confirmado que esta medida, llevada a cabo un año antes de la primera llamada a revisión en los Estados Unidos, se debía a que se habían detectado que en Europa la velocidad media es superior a la norteamericana.