Ford estudia una dura reforma mientras soluciona un juicio por discriminación

El vicepresidente del grupo Ford, segundo fabricante a escala mundial, Jim Padilla, advirtió de que la anunciada reorganización de sus operaciones en Norteamérica podría, entre otras medidas, "llevar al cierre de varias plantas". El objeto sería recortar su capacidad productiva en Canadá, Estados Unidos y México para adecuarla a los niveles de demanda actuales.

Según el alto ejecutivo, la compañía estaba preparando un "plan global" de reducción de la oferta, que, paralelamente, contempla el lanzamiento de nuevos productos. Padilla estableció en 20 el número de primicias anuales en Norteamérica como instrumento fundamental para aumentar las ventas y estabilizar su cuota de mercado alrededor del 20 por ciento.

Otras soluciones entrevistas pasarían por la creación de nuevas áreas de producto, el impulso de los estándares de calidad y el establecimiento de un nuevo sistema de producción.

Sobre el cierre de fábricas, Padilla declinó comentar cuáles serían en concreto las afectadas, aunque recordó que Ford tenía dos plantas ensamblando el Ford Explorer, en Sant Louis y en Louisville, y otras dos haciendo la misma operación en el caso del Taurus, en Atlanta y Chicago. "Es sumamente difícil mantener dos plantas para una única línea".

El proceso lógico de reestructuración sigue a la caída de los beneficios de Ford, que para este cuarto será de unos 900 millones de dólares (167.000 millones de pesetas).

Arreglo extrajudicial
A ello se añade el reciente anuncio de que la compañía ha acordado en pagar 10,5 millones de dólares (19.500 millones de pesetas) a los 530 empleados y antiguos trabajadores que se querellaron contra el consorcio alegando un sistema de evaluación discriminatorio hacia hombres mayores y de raza blanca.

El arreglo ha sido extrajudicial y los pagos, alrededor de 100.000 dólares a cada denunciante, tendrán que ser aprobados por el juez que lleva el caso.