Dejando a un lado la polémica suscitada entre las distintas comunidades autónomas por el presupuesto de Fomento para infraestructuras, Cataluña ha resultado muy beneficiada de las nuevas cuentas del Estado. La región presidida por el socialista Pascual Maragall ha sufrido, en los últimos 14 años, un déficit de inversión estimado en más de 5.800 millones de euros y el Gobierno ha decidido saldar esta presunta deuda. ¿Cómo? Destinando allí un 20 por ciento del montante total y recuperando viejos proyectos reclamados.La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, se ha comprometido ya en el Congreso de los Diputados a construir en Cataluña dos nuevas autovías libres de peaje. El objetivo es desdoblar aquellos itinerarios donde la única vía rápida que existe es de pago. Las elegidas, de momento, son las nuevas A-7 y A-2.La primera es la apuesta más fuerte de Fomento y tiene como protagonista la alternativa a la N-340, que en una primera fase unirá Barcelona con L’Hospitalet de l’Infant. El proyecto inicial de presupuestos del próximo año destinaba más de 27 millones de euros a esta obra, aunque ahora el nuevo plan extraordinario de carreteras ha añadido otros 68 millones. En total, serán 95 millones de euros que permitirán empezar a solventar el asfixiante cuello de botella en que se han convertido la N-340 y la AP-7, a su paso por Tarragona.El otro gran proyecto es el desdoblamiento de la N-2, entre Barcelona y La Jonquera. Fomento invertirá en estos trabajos casi 40 millones de euros, aunque ya ha encargado los estudios necesarios para abordar más kilómetros de la futura vía. La A-27, que unirá Tarragona, Valls y Montblanc, y la A-22 (autovía Lleida-Huesca) también son destinatarios de una importante partida ministerial.La inversión en autovías contrasta en Cataluña con la precariedad en la que se encuentran muchas carreteras secundarias. Como ejemplo, los más de 2.000 kilómetros de carretera que gestiona la Diputación de Barcelona y que, según el organismo provincial, están mal mantenidas y abocadas al colapso. Esta entidad asegura que los tramos más recientes datan de comienzos de los años setenta, por lo que más de la mitad tienen menos de seis metros de ancho y deben soportar volúmenes de tráfico muy superiores a los que tenían cuando fueron diseñadas. La Diputación destina actualmente 10 millones de euros para su mantenimiento, aunque asegura que sería necesaria una inversión de 600 millones de euros.El 77,4 por ciento de la inversión prevista en el nuevo Plan Extraordinario de Carreteras para 2005, que asciende a 465 millones de euros, se financiará sin recurrir a los Presupuestos Generales del Estado, según ha subrayado el ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes. Para obtener el dinero, el Gobierno recurrirá a la concesión de “contratos por precio total, la misma técnica que se ha utilizado en otras ocasiones", asegura Solbes. El presupuesto comprometido en Madrid por Fomento asciende a 150 millones de euros, de los que unos 30 irán destinados al mantenimiento y conservación de vías ya existentes. Esta cifra, sin embargo, no incluye las carreteras que se realizarán mediante una financiación de “peaje en sombra", que ya ha sido utilizado en la actual M-45.Este método de financiación, que consiste en que la concesionaria paga y luego la Comunidad abona según el número de coches que usan la vía, podría utilizarse de momento para la construcción de dos carreteras del sur y para la prolongación de la M-45 hasta la carretera de los Pantanos. Desde la Oposición, en cambio, aseguran que este sistema ha demostrado ser “un chollo para las adjudicatarias y ruinoso para las cuentas públicas".
Fomento crea dos nuevas autovías en Cataluña
Una vez anunciado el Presupuesto del Estado para carreteras, es turno de analizar los proyectos. Entre ellos, sobresalen las nuevas autovías gratuitas que Fomento construirá en Cataluña para desahogar la AP-7 y la N-2. En Madrid hay comprometidos 120 millones, aunque algunas grandes obras se financiarán por el denominado “peaje en sombra".
