Ahora mismo hay un gran debate en Estados Unidos sobre si se deberían reducir los límites de velocidad en sus carreteras y estoy seguro que estudios como el que acabamos de conocer van a alimentarlo todavía más. En concreto este último lo han realizado en el Insurance Institute for Highway Safety (IIHS), una asociación independiente y sin ánimo de lucro que intenta reducir al máximo el número de fallecidos en carretera.
El foco de este estudio, en concreto, se ha puesto sobre los accidentes en los que se ven involucrados los peatones. Está claro que la relación existente entre la velocidad a la que se circula y el peligro que tiene para estos usuarios vulnerables de la vía es algo que se conoce desde hace muchas décadas. Pero esta vez desde el IIHS han querido poner en evidencia que la altura del vehículo también juega un papel muy importante en su seguridad.
Para poder demostrarlo, lo que han hecho ha sido revisar 202 accidentes que se produjeron entre los años 2015 y 2022, encontrando como había sucedido en estudios anteriores, que los peatones corren más peligro de lesiones o incluso fallecimientos, si el vehículo en cuestión circula a una mayor velocidad. Dicho así parece muy evidente, pero los datos todavía son más demoledores. Si una persona es atropellada por un coche que alcanza los 32 km/h, tiene el 46% de posibilidades de sufrir una lesión moderada. En cambio, si subimos la primera cifra a 56 km/h el porcentaje se dispara hasta el 86%. Y por encima de los 80 km/h la mayoría de los casos analizados ya son fatales.
Hasta aquí solo hemos hablado de velocidad, pero llega el momento de meter en la ecuación la altura del vehículo que provoca el atropello. En palabras textuales sacadas del estudio: “en general, los vehículos con una parte delantera más alta aumentan la probabilidad de lesiones moderadas y graves a los peatones. A 43 km/h, la velocidad media de los 202 accidentes, un coche de altura media tenía un 60% de posibilidades de causar lesiones moderadas a un peatón y un 30% de posibilidades de causar lesiones graves. En comparación, una pick-up de altura media (con una parte delantera 33 cm más alta que la de un coche de altura media) tenía un 83% de posibilidades de causar lesiones moderadas y un 62% de posibilidades de causar lesiones graves”.
Lo que deja claro entonces es que un vehículo más alto, aquí ya metemos a los SUV o las pick-up, según el gusto de cada uno, en promedio duplican el riesgo de lesiones graves para los transeúntes. Es más, David Harkey, presidente del IIHS, indica que “un pequeño aumento en la velocidad de un choque puede realmente aumentar el peligro para un peatón. Nuestra afición por los SUV y las pick-up altas en los Estados Unidos ha intensificado ese efecto”. Si es verdad que aquí en España no es tan destacada su presencia, pero los primeros son los claros dominadores del mercado.
Por tanto, desde el IIHS una de las medidas que proponen es reducir la velocidad, sobre todo en entornos urbanos que es donde más interacción hay con los peatones. Actualmente en Estados Unidos en zonas residenciales está establecido en 40 km/h, pero desde la asociación abogan por bajarlo hasta 24 km/h. Dicen que a esta velocidad el riesgo potencia de sufrir lesiones graves es de tan solo un 10%, mientras que el de muerte se reduce prácticamente a acero. Y por ejemplo en Nueva York ya se lo están planteando para zonas cercanas a las escuelas donde podría establecerse en 32 km/h.
