Esta semana será decisiva en el conflicto de los combustibles

Los próximos siete días marcarán el futuro inmediato de la ya larga crisis internacional de los combustibles. La Organización de Países Exportadores de Petróleo, Opep, prepara un aumento de su producción que servirá, en caso de producirse, para relajar el mercado

Si finalmente empiezan a crecer las extracciones, lo más lógico sería pensar que los precios bajarán pronto. Incluso el efecto psicológico del incremento de existencias servirá para bajar las tarifas antes incluso de que se haga efectivo el excedente.
Aun así, después de esa hipotética decisión de la Opep, pasarían muchos días antes de que los descensos se trasladasen a los surtidores. Es decir, las tensiones a escala nacional tardarían más en suavizarse.
Contra estos conflictos más locales se consolida en España un importante frente de reivindicación que este miércoles tendrá su bautismo de fuego. Bajo el nombre común de Cumbre de Usuarios de Combustible, un ramillete de asociaciones de agricultores, transportistas y consumidores se ha unido para luchar contra la carestía de los combustibles. Entre sus miembros más destacados está la Unión de Pequeños Agricultores, Fenadismer, la Confederación del Taxi, la Confederación de Asociaciones de Vecinos y Consumidores y la Confederación de Empresas Subcontratistas.
Para el miércoles siete de junio a las 12 del mediodía han organizado una gran manifestación en Madrid a la que han sido convocadas 450.000 personas afiliadas a todas esas agrupaciones, además de sus máquinas de trabajo. La consigna es pedir mayor liberalización en el sector y una bajada en el impuesto de Hidrocarburos. Quieren que se reduzca la presión fiscal al mínimo obligado por la Unión Europea.
Fuentes de las petroleras aseguran que esa petición es un error. En toda Europa la tasa impositiva media está muy por encima de la española. Como la Unión impone la armonización fiscal, es previsible un aumento de los impuestos españoles a corto o medio plazo, con lo que no resulta aconsejable bajarlos ahora.
En una rueda de prensa celebrada en la mañana de hoy lunes, los portavoces de estas asociaciones contestaron con evasivas cuando se les hizo notar esta circunstancia. Según Juan Antonio Millán, presidente de Fenadismer, la Cumbre presionará para que el Gobierno se oponga a la armonización europea, pero no supo precisar cómo piensan hacerlo. También señaló que no están dispuestos a aceptar la propuesta de la Administración de congelar la armonización para los transportistas. "No queremos limosnas", subraya Millán.
Lo que sí aceptarían los transportistas de carretera es que su sector se equipare al transporte aéreo, que no paga ni una peseta de impuestos por el combustible que consume.
Según los datos aportados por las entidades que convocan la protesta, entre los consumidores normales, los agricultores y los transportistas se gastaron en 1999 más de un billón de pesetas extras en combustible. Sólo los subcontratistas de obras se gastan cada año un billón de pesetas en carburantes, "justo el billón de pesetas de superávit del cual alardea Rodrigo Rato", remachó Rufino Oliva, presidente del gremio.
Por supuesto, una vez más, aprovecharon para acusar a las petroleras españolas de pactar entre ellas las tarifas. En consecuencia, reclaman que el Servicio de Defensa de la Competencia cierre los expedientes que ha abierto a las compañías y el Tribunal de la Competencia sancione.
Por si acaso, y para delimitar culpas, la secretaria general de la Unión de Petroleros Independientes, María Ortiz, ha pedido al Gobierno que no presione a Repsol para que contenga sus precios. Según Ortiz, el Ejecutivo lastra el natural desarrollo del mercado obligando a la compañía más importante a mantener unos precios por debajo de lo que exige el mercado actual. En sus declaraciones, María Ortiz acusa a la cotización internacional del crudo de ser la culpable de la situación actual. También se ha opuesto a la intención del Gobierno de abrir más gasolineras, puesto que, en las condiciones que se dan en el mercado español, no resultan negocios rentables.