Especialistas de cine, al volante

Mientras Mel Gibson se queda en el camerino, atraviesan con su coche una pared en llamas. Cuando Tom Cruise se repasa el guión, se suben a su deportivo y desafían a la física. A la vez que Pierce Brosnan se prepara para la siguiente escena, ocupan su lugar en una trepidante persecución… Ellos marcan el ritmo y ni siquiera salen en los títulos de crédito. ¿Quieres ver a los especialistas de cine en plena acción?

Especialistas de cine, al volante
Especialistas de cine, al volante

Una parte del espectáculo está dedicada a Mad Max y, en especial, a su segunda entrega, que por algo se llamó “El diablo de la carretera". Casi tan famoso como Mel Gibson fue su coche, el Interceptor. Se trataba de un Ford Falcon Coupé XB GT del año 1973. Los especialistas de Hollywood Motor Show, que también formaron parte de esta película, reviven la escena del “hombre antorcha". Esparcen gasolina por el suelo, despejan la pista y pasa a toda velocidad un coche que arrastra a un hombre que empieza a arder. El joven, en llamas, se descuelga, se levanta y se abalanza dirección al público... Sin embargo, todo está controlado. Pero hay que recuperar pronto la respiración. Es el turno de Luciano, el único español del show. Ahora comprobaremos por qué se ha merecido el apodo de “piloto suicida de El Ferrol": en un coche de desguace, al que se le han quitado las ventanillas (para no ensuciar la pista, aseguran), se dirige a toda velocidad a una rampa y realiza varias vueltas de campana, saliendo completamente ileso. Vuelve a repetir la maniobra tres veces, hasta que el coche dice “basta". Incluso se ha incendiado el motor. No es fácil volcar un coche. En primer lugar, no tiene que llevar conectado ningún sistema de estabilidad electrónico. Después del vuelco, lo normal es que quede sobre el techo y no pueda seguir rodándose la persecución. El piloto tendría que salir por las ventanillas y tener mucho cuidado al quitarse el cinturón (puede partirse la nuca). Sin embargo, el intrépido piloto de El Ferrol es capaz de terminar las vueltas de campana con el coche completamente listo para seguir circulando. El final de fiesta se realiza a lo grande. Llega el turno de los gigantescos Monster Truck, vehículos con ruedas sobredimensionadas que aplastan todo a su paso. Uno de ellos es muy conocido, se trata de una especie de todo terreno que ha actuado –entre otras- en “Loca Academia de Policía" y en “Acción Mutante". También se ha ganado un nombre en las pistas de competición estadounidenses: los “Big Foot" –como allí son conocidos- protagonizan distintas carreras al otro lado del Atlántico. El que llevan en el Hollywood Motor Show fue, según aseguran, campeón de su categoría en 1984. Para mover esta mole, monta un motor de tanque de nada menos que 1.000 CV, que va unido a una completísima caja de cambios de 116 velocidades. Pesa aproximadamente 10.000 kilos y tiene unas ruedas de 1,70 metros de altura. También tienen dos coches preparados muy especiales, un Porsche 911 (bautizado como Car killer) y un Twingo. El espectáculo termina con dos de estos gigantescos vehículos apisonando a cuatro coches. Durante todo el año, llegan a aplastar más de 2.000 vehículos (generalmente se los ceden los desguaces) y utilizan más de 2.000 ruedas nuevas. Acaban de terminar su gira y no volverán a actuar hasta abril, pero, si quieres conocer más sobre ellos o contratar sus servicios, no dudes en visitar su página web, que encontrarás en el enlace de la izquierda.