El presidente en turno del Consejo de Ministros de Transportes de la UE, Francisco Álvarez-Cascos, ha afirmado que "España no va a regatear esfuerzos" para desbloquear el programa Galileo, impulsado por la vicepresidenta europea (Loyola de Palacio), pero que aún no cuenta con un respaldo unánime.
Alemania, Reino Unido y Holanda son los estados más reacios a aprobar el lanzamiento de este proyecto, que prevé que la Unión Europea despliegue una red de satélites propia, con el fin de ofrecer una alternativa al GPS, el sistema estadounidense de localización.
Álvarez-Cascos aseguró que pretendía el apoyo unánime de los miembros de la UE -"nadie ha objetado el fondo del proyecto", afirmó-, para lo que se reunirá en febrero con el delegado de Transportes alemán.
El ministro español aseguró ante los eurodiputados que el primer objetivo de la presidencia es "fortalecer la soberanía europea, sustentada en su independencia estratégica para liderar los procesos de eficiencia y competencia en el mundo". Según Álvarez-Cascos, el ejemplo más claro de esto "es el proyecto Galileo".
Asimismo, el ministro de Fomento se refirió al "riesgo de resignarnos a ser una Europa subordinada, un simple mercado consumidor de estos servicios". Para garantizar "la independencia estratégica de la UE" y permitir que Europa "sea capaz de prestar servicios de tecnología aeroespacial y de telecomunicaciones", es fundamental el lanzamiento de Galileo, aseguró Álvarez-Cascos.
Compatible con GPS
Como se sabe, este sistema consta de una red de satélites a la que uno puede conectarse a través de un pequeño receptor portátil. Este aparato ofrece en tiempo real la posición exacta de su portador, expresada en coordenadas geográficas.
Con Galileo, se quiere crear una alternativa a GPS, compatible con éste y con el ruso Glossnas, que sea viable comercialmente y que esté en funcionamiento a partir de 2008. Según los cálculos del Ejecutivo europeo, Galileo obtendrá unos beneficios de casi tres billones de pesetas, mientras que supondrá unos gastos de medio billón en su fase de lanzamiento y unos 36.000 millones en mantenimiento anual.
El proyecto Galileo se ha pensado como una red de 30 satélites desplegados por la Agencia Espacial Europea. Su cobertura abarcaría toda Europa con una precisión de cinco metros, la mejor hasta ahora.
Las empresas españolas AENA, CASA, GMW, Hispasat, Indra y Sener pertenecen al consorcio Galileo Sistemas y Servicios.
En un futuro, y ya en la actualidad, los dispositivos de posición por satélite servirán para localizar vehículos en ruta, coordinar flotas de autobuses o camiones, encontrar taxis, monitorizar atascos, medir la velocidad, conducir por el desierto...