España estará a la cabeza de Europa en el empleo de biocombustibles

A medio plazo, España será uno de los países punteros de la Unión Europea en el uso y producción de biocombustibles, esos carburantes ecológicos que sustituyen una parte de las gasolinas y gasóleos por productos "verdes", de origen vegetal. Esta afirmación la ha hecho hoy Carmen Becerril, directora general de Energía, en un seminario sobre biocombustibles organizado en el seno de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense de Madrid. Becerril explicó también el estado de desarrollo en que se encuentra este tipo de energía en nuestro país.

España estará a la cabeza de Europa en el empleo de biocombustibles
España estará a la cabeza de Europa en el empleo de biocombustibles

Becerril explicó durante su paso por El Escorial que los biocombustibles son una de las apuestas más firmes de la Unión Europea y aseguró que si no se han extendido más ha sido por culpa de varios países miembros, opuestos a que se beneficie fiscalmente la producción y consumo de estos nuevos carburantes ecológicos.

Según la responsable de la Administración, la idea original de la Comisión Europea era fijar objetivos mínimos de aplicación de biocombustible. Esta propuesta, apoyada por España y los países ribereños del Mediterráneo, mucho más agrarios que los demás, encontró una oposición férrea en el resto de estados miembros. Tan dura fue su negativa que, a día de hoy, siguen sin fijarse objetivos vinculantes porque el Consejo Europeo no quiso hacerlo.

Directivas a punto
Sin embargo, tal y como explicó en el mismo foro Miguel Ángel Sánchez, director general de Tributos del Ministerio de Hacienda, en estos momentos están casi terminadas y pendientes sólo de aprobación las dos directivas europeas que regirán el futuro de esta nueva fuente de energía renovable.
Se trata de dos normativas que parten del informe elaborado al respecto por la Comisión Europea en otoño de 2001. Una de ellas afectará a los aspectos normativos de la utilización y producción de los combustibles, la otra, más delicada, a su fiscalidad.

Es el asunto de los impuestos que soporten los biocombustibles el que más polémicas ha levantado. Según la normativa europea, deberían estar sujetos a los mismos tipos fiscales que las demás gasolinas y gasóleos. Pero, ante la cantidad de peticiones que surgieron de diferentes países (sobre todo Francia), se ha hecho necesario conceder exenciones fiscales a estos combustibles. Así, cuando esté en vigor la directiva fiscal, la producción y consumo de combustibles estarán exentos de pagar impuestos hasta una determinada cantidad. Se entiende que la exención no podrá poner en ventaja a estos carburantes frente a los tradicionales.

Según Sánchez, a finales de año deberían estar aprobadas ambas directivas. El director general atribuyó a la presidencia española de la Unión Europea el mérito de haber desbloqueado esta negociación.

También recordó Miguel Ángel Sánchez que, en España, hay tres vías más abiertas para incentivar la generación de biocombustible. Se refiere a las deducciones fiscales que pueden aplicarse aquellas empresas que inviertan en investigación y desarrollo, protección de la naturaleza y energías renovables. En algunos casos, es deducible más del 50 por ciento del gasto realizado. "Estamos satisfechos porque en un futuro inmediato tendremos una fiscalidad muy positiva para los biocarburantes", apuntó Sánchez quien, para rematar su intervención, aseguró que los nuevos combustibles serán más baratos.

Objetivo: 7 por ciento
Ahora, España trabaja para que, a medio plazo, un siete por ciento de su consumo de carburante corresponda a los ecológicos. En este momento hay un planta en producción, situada en Cartagena, y pronto se le unirán otras más en Coruña y Salamanca.

Como explica Arturo González Romero, director general de Política Tecnológica, este objetivo, fijado para 2010, sólo es alcanzable si las autoridades europeas se comprometen firmemente en su consecución, si se aprueban finalmente las exenciones fiscales para los nuevos combustibles, si las compañías petroleras contribuyen a la difusión y, sobre todo, si se estimula e incentiva la investigación en este tipo de energía.

Actualmente, Carmen Becerril reconoce que existen varias trabas a la implantación de los biocombustibles. Por ejemplo, explica que la logística de distribución de los combustibles todavía no está totalmente estructurada y, además, faltan por solucionar algunas especificaciones técnicas que afectan a España.