El comisario europeo de la Competencia, Mario Monti, ya tiene un nuevo argumento en su lucha por acabar con el sistema actual de distribución de vehículos. Según un informe elaborado en Bruselas, la llegada del euro no ha supuesto la homogeneización de los precios y comprar un coche puede resultar mucho más caro dependiendo del país elegido.
La Comisión Europea ha detectado "considerables" diferencias en los precios de los automóviles antes de impuestos en Europa. Los países más caros son Reino Unido, Alemania y Austria, mientras que, entre los más baratos, se sitúan España, Grecia y Finlandia.
Eso sí, como en nuestro país no se gravan tanto los automóviles como en Grecia y Finlandia, España se convierte en el país más atractivo de todo el continente europeo a la hora de comprar un vehículo.
Diferencias más que palpables
Alemania es el mercado más caro: de los 80 modelos analizados por el Ejecutivo europeo, 40 resultaron venderse a un precio un 20 por ciento más alto que en al menos uno de los otros mercados. Fuera de la zona euro, las diferencias también son, en palabras de Monti, "considerables".
Reino Unido tiene el honor de convertirse en el mercado más caro para 52 de los modelos examinados; una de las razones por la que los consumidores británicos, cada vez más, acuden a comprar a distribuidores continentales.
Pero, traduzcamos las estadísticas: un británico paga por término medio 7.545 euros (1.255.382 pesetas) más que un español por un coche nuevo, mientras que un alemán desembolsa 4.488 euros (746.740 pesetas) más que nosotros para comprar el mismo vehículo.
Baremo Opel
Opel es la marca en la que se registran más diferencias de precios. En concreto, el precio de un Vectra puede variar en un 41 por ciento, según el mercado elegido; una diferencia que se reduce a un 36,9 por ciento en el caso de un Corsa y a un 32,2, para un Astra (un modelo que, antes de impuestos, en nuestro país cuesta 10.076 euros y, en Alemania, 12.262).
En Volkswagen, Peugeot y Fiat, también se han detectado importantes desniveles.
La letra pequeña del estudio
La Comisión Europea ha realizado este estudio a partir del valor el 1 de noviembre de 80 modelos antes de impuestos, ya que a la hora de la verdad los consumidores no notan estas excesivas diferencias cuando van a los concesionarios.
Los impuestos se encargan de igualar la balanza, por lo que los fabricantes de coches generalmente ofrecen precios más baratos en aquellos países en los que la carga fiscal es mayor, como es el caso de Finlandia, Dinamarca y Grecia.
Esto convierte a nuestro país, con gravámenes similares a otros países europeos, en una especie de paraíso automovilístico junto a Luxemburgo.
Eso sí, los países que peor salen parados del estudio de Bruselas son los mismos que más se oponen a la nueva reforma de Monti. En concreto, Alemania ha mostrado numerosas veces su reticencia en el Parlamento Europeo y este nuevo informe ha levantado airadas críticas en el país germano.
La Federación Alemania del Automóvil (VDA) ya ha contestado al comisario europeo de la competencia: "mientras que la Comisión permita diferencias de impuestos entre los países, será difícil alcanzar precios iguales dentro de Europa".
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