Es el sempiterno proyecto de uno de los hombres más conocidos de Estados Unidos, Craig Breedlove, el primer hombre en superar la barrera de las 400, 500 y 600 millas/hora en la superficie terrestre. Posee un ™nico motor, un turbo reactor J-79 procedente de un avión F-4 Phantom, que desarrolla 45.200 CV. Esto significa una potencia menor a la mitad de la ofrecida por el propulsor del actual récord mundial, el Thrust SCC. No obstante, su aerodinámica, basada en la de un caza, es bastante mejor que la de su rival en 1997. Utiliza carburante gasolina de 92 octanos y su longitud es de 13,40 metros. Tras la avería de hace cuatro años en Bonneville, Breedlove ha realizado una vasta labor renovadora en el vehículo que le podría llevar a un nuevo récord. Proyecto canadiense-estadounidense, de ahí su nombre, cuyo diseño recuerda al de un avión de combate. Es el vehículo de mayor tamaño de los cuatro contendientes (16 metros) y está basado en la apariencia y mecánica del caza F-104 Starfighter, con un reactor J-79 modificado. Alcanza 39.000 CV y es propulsado por gasolina convencional, aunque estudia el cambio a propano líquido. Consigue llegar, seg™n los estudios de sus responsables, a los 500 km/h en cuatro segundos. En su contra juega que todavía no ha realizado pruebas a velocidades dignas de consideración. De aspecto de locomotora, el automóvil australiano cuenta con la mejor localización, seg™n sus rivales, para batir el récord: el Lago Gairdner, en Australia. En este lugar, ya ha conseguido puntas cercanas a los 900 km/h en sesión de pruebas, aunque en una de ellas sufrió un aparatoso choque que hizo necesarias algunas modificaciones para mejorar su control. Está equipado por un motor Snecma 9K-50, de 36.000 CV y consumo 10 litros de gasolina cada segundo. Recuerda al diseño del Thrust II de Richard Noble, antecesor del actual poseedor del récord mundial de velocidad. Está diseñado para acelerar de 0 a 1.000 km/h en 16 segundos. Es un vehículo propulsado por un cohete LR-11, procedente del fracasado proyecto X-15 de avión espacial. Ha sido diseñado y construido para superar la velocidad del sonido sobre una superficie helada y, potencialmente, podría llegar a la velocidad Mach 2 (más de 2.300 km/h). No dispone de ruedas sino de unas plataformas deslizantes a modo de esquíes. Su distancia de detención es inferior a la de sus rivales, puesto que es más pequeño y ligero, y cuenta con dos paracaídas para realizar tal acción. Su aceleración, de 50 millas/hora cada segundo, podría mantenerse de forma constante hasta las 900 millas/hora o, lo que es lo mismo, hasta los 1.550 km/h.
Esos chalados con sus locos cacharros
En octubre de 1997, el ser humano batió uno de los últimos records que le faltaban por conseguir: superó la barrera del sonido en superficie terrestre. Después de cien años de intento, al fin lo había logrado. Sin embargo, lejos de detenerse en los 1.233,47 km/h alcanzados, el hombre ha visto en este hito un nuevo acicate y ya hay cuatro contendientes que han aceptado el reto de rebasar ese nuevo límite.