Las multinacionales han reconocido fuertes pérdidas de rentabilidad en el cierre de sus resultados anuales, mientras que las filiales españolas de las principales empresas automovilísticas han admitido que sus márgenes de beneficio siguieron reduciéndose en 2001.
Aunque los datos de cierre del año no estarán disponibles hasta marzo, la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) y las sedes centrales de las marcas aseguran que 2001 ha sido un año en el que se han registrado pocos beneficios, a pesar de que la facturación fue superior a la del ejercicio anterior. Esto significa que el margen de ventas ha sido inferior al 1 por ciento registrado en 2000.
Para encontrar datos similares hay que remontarse a 1994, cuando el sector salía de una recesión. En 1998 se produjo un llamativo repunte, que llegó hasta el 2,6 por ciento. Sin embargo, los fabricantes no han sido capaces de volver a repetir la rentabilidad de 1991, cuando el beneficio fue del 3,6 por ciento de la cifra de negocio.
En opinión de Miguel Aguilar, director económico de Anfac, "el mercado español es uno de los más competitivos de Europa", lo que explica la débil rentabilidad de los productores: los precios de los automóviles no pueden subir, ya que los consumidores presionan para introducir en los vehículos mejoras tecnológicas, de equipamiento y de seguridad, todo ello sin aumentar el importe.
A pesar de que las ventas de coches crecieron un 4 por ciento en el mercado español durante el año pasado –alcanzando la cifra récord de 1.437.192 unidades-, los resultados de las compañías no reflejan este éxito comercial. En general, la demanda se ha desplazado hacia las gamas altas, tendencia acelerada -en opinión de algunas fuentes del sector- por el "efecto euro", que explicaría los aumentos de hasta el 50 por ciento en las ventas de vehículos de lujo durante los últimos meses de 2001. Así, las operaciones en nuestro mercado podrían ser superiores (en cifra de negocio) al 4 por ciento del aumento en las matriculaciones, gracias al alto número de unidades compradas para el mercado.
Los precios mantendrán su tendencia a la baja
Teniendo en cuenta los datos referidos a la exportación (con un retroceso del 2,6 por ciento respecto a 2000, debido al descenso de la demanda en el mercado europeo) y a la producción del sector automovilístico (que, hasta septiembre, registró una bajada del 1,7 por ciento), las empresas españolas se enfrentan en 2002 al reto de recuperar la rentabilidad, vendiendo menos.
Esto significa dar la vuelta a la tendencia seguida en los últimos años. Algunas asociaciones –como Anfac- consideran que la única alternativa es aumentar la productividad en todos los escalones del proceso, pues no puede esperarse un alza de precios en un mercado tan maduro como el europeo y menos aún en un momento de desaceleración económica.
Según el director de esta entidad, "la tendencia histórica hacia precios bajos va a mantenerse". Portavoces de otras compañías comparten esta opinión y descartan un cambio radical de estrategia, por lo que, en principio, sugieren ajustar los costes para no perder cuota de mercado.